Creer en uno es la base para lograr cualquier objetivo que te propongas. En la vida, hay momentos en los cuales puede que surjan ciertas preguntas como: ¿podré llevar a cabo este proyecto? Seré la persona elegida? ¿Tengo los conocimientos necesarios? ¿Podré comenzar desde cero?
“Ni tu peor enemigo puede hacerte tanto daño como tus propios pensamientos”, Buda.
A través de esa pregunta se puede salir del quiero para ir al puedo. Y el puedo, está relacionado a nuestro nivel de autoestima.
Siempre es bueno, saber en dónde estamos parados. Imagínate que tienes un reto y no te sientes suficiente:
Tienes un desafío en tu trabajo
Necesitas ganar más dinero, y eso está ligado a pedir un aumento
Quieres decirle que te gusta a una persona y no te animas
Te cuesta expresar lo que sentís en una conversación de pareja
No estás pudiendo confrontar a tus hijos
No te gusta algo de tu cuerpo y te hace sentir inseguridad
Lanzaste un negocio y no está funcionando
No te animas a emprender
Odias tu trabajo, sabes que quieres cambiar, pero no sabes por dónde o cómo
Hay muchos ejemplos, te invito a conectar con tus propios desafíos, y preguntarte: ¿cómo está tu valor personal? Cuando las cosas no salen bien o como quieres.
Cuando dudamos de nosotros mismos, es una clara señal de que nos estamos queriendo poco y lo que pensemos de nosotros tiene alto impacto en lo que vayamos a lograr.
Sé que decirte que lo único que necesitamos es agradecer que estamos vivos, no sirve cuando sentís que todo se te viene abajo. Pero guárdate esta frase, en algún momento la vas a apreciar.
¿Qué es la autoestima?
Es la idea que tenemos de nosotros mismos. Es cómo nos vemos, cómo nos hablamos, valoramos y el respeto que nos tenemos.
Es el juicio que creamos sobre nosotros para salir adelante. Y a su vez, ningún juicio es tan crudo y crítico como el de nosotros mismos.
La autoestima es una de las herramientas más importantes que tiene el ser humano para vivir.
A su vez, es lo primero que trabajamos en sesión, antes de querer lograr cualquier cosa.
Tu valor, tus metas y tu paz interior dependen de tu autoestima.
Algunos datos sobre la Autoestima:
4-11 años: comienza a crecer
15 años: se estabiliza
30 años: crece considerablemente
60 años: llega a su punto más alto
70 años: baja paulatinamente
90 años: llega a su punto más bajo
Nunca es tarde. Todos podemos elevar nuestra autoestima y decidir en qué momento comenzar a confiar en nosotros mismos.
Tener una autoestima baja te hace sentir inútil. La autoestima repercute en el equilibrio emocional y en la personalidad de las personas.
Es importante saber que el 90% de lo que hacemos en nuestra vida está controlado por nuestra mente inconsciente, es por eso la importancia de conocerse, ya que ella domina casi todo nuestro día, por ende nuestra vida.
Si en la infancia te decían que no eras bueno en algo, o que eras malo en deportes o que no harías dinero haciendo lo que te gusta, tu mente inconsciente lo creyó, y lo peor, es que aún esa información está ahí, salvo que la registres y trabajes con ella.
El problema está en, ¿cuáles son las experiencias que hoy dirigen tu vida? Todos hemos tenido experiencias negativas y positivas, solemos guardar las negativas y no revivirlas, por dolorosas, por cuidarnos y protegernos, pero es posible que en alguna de esas experiencias esté la respuesta al por qué hoy no te animas al puedo y te quedas en el quiero pero…. No soy suficiente.
Algunos tips que pueden servirte para trabajar en tu autoestima:
Deja de criticarte
Se hace necesario incorporar una práctica de tomar consciencia de qué te dices, y algo que a mí me sirve es reemplazar el pensamiento negativo por una frase positiva.
Si cuando eras niño recibiste un mensaje de que no eras suficientemente bueno para algo, así es como te vas a hablar, sin saberlo.
¿Cómo cambiar eso? Presta atención a cómo te hablas y trata de reemplazar ese diálogo por uno positivo. En este caso será: aprenderé cómo hacerlo y lo haré mejor.
Haz las cosas aunque te den miedo
Si eres de los que siempre espera lo peor, no pienses, y hazlo. Deja de esperar que algo salga mal, porque ¿adivina que? Así saldrá.
Ten paciencia
Alguien nos hizo creer que había un tiempo para hacer las cosas. Aprendimos a correr, a hacer y hacer, y de a poco fuimos encontrándonos con las situaciones que nos reflejan ese aprendizaje. ¿Sabías que hay personas que logran mucho y muy bueno, pero en estado de tranquilidad?
Observa y reaprenda. Sé amable contigo
Hacer a diario algo pequeño que te haga sentir bien, dejar de esperar eso de otras personas. A mí me funciona un baño de inmersión, salir a caminar, escuchar una meditación, hacer una pausa, tomar una copa de vino.
Háblate en forma positiva
La crítica deprime el espíritu; elogiarnos lo levanta. Dite que eres una persona maravillosa, hazlo en forma constante, no dejes de hacer eso. Debes generar el hábito de hablarte en forma positiva. A medida que se convierte en hábito, se hace costumbre, y como resultado más fácil.
Acepta tu lado negativo
Aceptarnos es comprender que no somos perfectos. Algo que me sirve es aprender de lo que me molesta de otras personas. Creo que somos una unidad, de modo que cuando algo me molesta, pienso: ¿qué tiene esto que ver conmigo? A veces es un mensaje de que debo aceptar que eso está en mi, otras veces es una señal de que debo poner algún límite y quererme más.
Cuida tu cuerpo
Nuestro cuerpo es la caja en donde está nuestro espítiru. Cuando vas a hacer un regalo, ¿te importa el envoltorio? ¿Has visto que bella queda una botella de vino en una linda caja? Lo mismo sucede con nuestro cuerpo, cuidar con qué lo alimentamos, qué bebemos, qué pensamos y qué hacemos con él, es aprender a querernos desde afuera. No por estética, sino por cuidar el templo en donde reside nuestro espíritu.
Te invito a probar hacer este ejercicio, y cuéntame cómo te va.
