Se terminan los créditos modificados ¿Qué deben hacer los deudores?

Buscar renegociar los créditos modificados con los bancos, para llegar a acuerdos de pago es la mejor opción. Foto de Andrea Piacquadio en Pexels




El 9 de marzo de 2020, nos enteramos del primer caso de Covid-19 en el país, y semanas después, se decretaba un cierre de comercios, instituciones públicas y privadas, y por supuesto los bancos, cooperativas y otras instituciones de crédito, también sufrieron por esta paralización.

El estado de emergencia decretado obligó a las altas autoridades a tomar medidas que muchos consideraron excesivas, pero que eran necesarias para enfrentar el caos nacional, el mundo entero se enfrentaba a algo nunca antes vivido, nadie sabia qué hacer ante lo novedoso de esta pandemia, sin poder trabajar, sin una fecha probable para salir de la crisis, surge el dilema de muchos ciudadanos, “cumplo con mis obligaciones crediticias, pago con el poco dinero que tengo o que puedo conseguir con algo de trabajo, o uso todo recurso económico para seguir adelante hasta que todo se normalice”, ante esto nacen las primeras medidas que pretendían aliviar la situación financiera por la que muchos pasaban.

La banca en acuerdo con la Superintendencia de Bancos, decidió otorgar un periodo de moratoria que duraría aproximadamente tres meses, este alivio como muchos bancos lo llamaron, llegó a calmar la angustia de aquellos que quedaron suspendidos en sus trabajos, o que los perdieron. No pagar el préstamo o las obligaciones bancarias parecía ser una buena solución en medio de la crisis, pero muchos pensaron que esto paralizaría la generación de intereses, y que pasado dicho tiempo todo volvería a la normalidad, sin embargo terminado ese primer periodo, muchos no habían retornado a sus labores, o habían sido despedidos, lo que los llevo a pedir extensión para el cumplimiento de sus obligaciones. Hoy estamos por finalizar todas estas extensiones de tiempo que llevaron a los bancos a tener en sus carteras de préstamos, un alto porcentaje créditos modificados.

Durante estos treinta y un meses desde que se determino el primer caso de Covid-19, la situación en muchos hogares sigue siendo apremiante, y ahora nos enfrentamos a la realidad, “o pago, o puedo perder los bienes que garantizan mis obligaciones”.

Sigue siendo la primera opción, acudir al banco o institución crediticia con la intención de negociar, o renegociar la deuda, en términos y condiciones que permitan de aquí en adelante cumplir.

Otra opción que tienen los deudores, es explorar la posibilidad de que el propio bien se convierta en una forma de obtener ingresos para con ello ir pagando; y por último entregar en dación de pago la finca, el auto o cualquier otro bien que haya servido de garantía para el préstamo, y así no enfrentar procesos judiciales de cobro o remate, pero deben tener presente, que lo adeudado al banco, corresponde a dineros que a su vez le pertenecen a otros ciudadanos, que esperan recibir de vuelta con algún redito, por lo que se hace obligante que los bancos normalicen sus carteras y castiguen aquellos préstamos que se visualizan como préstamos malos, o incobrables.

No hacer nada, es malo, ya que la deuda se incrementa por la acumulación de intereses y esto hace más difícil el fiel cumplimiento de las obligaciones contraídas.

Los procesos judiciales de cobro suelen ser procesos bastante rápidos, ya que prestan merito ejecutivo las hipotecas y anticresis, que aceptamos al adquirir el préstamo, por esta razón el llamado a intentar llegar a una renegociación de la deuda, o a la dación en pago, parecen ser la oportunidad de no perderlo todo.

Es importante tener presente que el crédito es la oportunidad que tienen aquellos que no cuentan con capital propio y que lo requieren para comprar una propiedad, un carro, realizar un viaje, pagar un hospital y atender cualquier otra necesidad, y es nuestro historial y una buena administración la puerta para acudir a una institución bancaria.

Si hemos adquirido tarjetas de crédito, es el momento de unificarlas para que el cargo mínimo sea solo sobre una de ellas y no tener más de un cargo mínimo mensual, y de esta manera poder cumplir con estas obligaciones. También se debe evaluar convertir esos saldos de intereses de 11% a 14% o más que se paga actualmente por tarjetas de crédito, a un préstamo personal con un interés de 7% u 8%.

Aprender a usar el crédito sin abusos, contratando solo aquellos compromisos que sabemos que podemos pagar, hacerlo a tiempo son las herramientas que tenemos y que debemos cuidar, para esto es fundamental contar con un presupuesto que nos permita saber con qué dinero contamos en los mejores y peores momentos.