¿Por qué 2022 es un año decisivo para la transformación digital?

La digitalización de los procesos en las empresas es una necesidad. Foto Pixabay




En 2021 las empresas buscamos avanzar hacia una nueva normalidad, y lo logramos hasta cierto punto, considerando que los cambios que afrontamos recientemente fueron desafiantes, y generaron importantes transformaciones sociales y en las cadenas de valor alrededor del mundo.

Por ello, en 2022 la tendencia hacia la digitalización empresarial continuará marcando la pauta, especialmente en sectores donde la tecnología es el habilitador esencial del negocio ­—banca y finanzas, telecomunicaciones, logística y comercio, entre otros—, y es vista como la alternativa ideal para adaptarnos al nuevo contexto.

Estoy de acuerdo en que los procesos de transformación digital deben considerar un enfoque integrador, que tome en cuenta los aspectos organizacionales fundamentales sobre las cuales se levantan las empresas.

Sobre la estrategia

Es importante pensar en las direcciones de tecnología de las empresas como un apoyo para la generación de negocios, y dejar atrás la concepción de que es solamente un área de soporte. Hoy día, las distintas tecnologías disponibles en el mercado permiten producir activos de valor, cuya comercialización podría transformarse en importantes fuentes de ingresos.

Analicemos también el desarrollo de negocios partiendo de un conjunto de “piezas funcionales y organizacionales” que pudieran integrarse en cierto orden y estructura para generar nuevos productos y modelos de negocio. Esto traería a las organizaciones resultados de muy buena calidad, y a corto plazo. Las distintas nubes, y los APIs son ejemplos de excelentes herramientas útiles para implementar esta visión.

La opción de establecer alianzas de negocio con empresas modernas de propósito específico que complementen la agregación de valor podría ser una clave también para ganar agilidad y mejorar el rendimiento empresarial. Esta tercerización de “eslabones funcionales” permite que las empresas se enfoquen aún más en el mejoramiento de su operación central, en lo que saben y a lo que se dedican.

Sobre la gente:

Las situaciones de confinamiento social marcaron la forma de asistir y cumplir con nuestras responsabilidades laborales. En este sentido, considero muy interesante que los líderes de las empresas analicen las alternativas de trabajo empáticas, que permitan a los colaboradores contar con la flexibilidad de movimiento tan necesaria en estos tiempos. Una de ellas es la posibilidad de llevar a cabo la jornada laboral de manera remota, o mixta, con asistencia presencial algunos días de la semana. Otra opción podría ser la revisión de esquemas laborales basados en el cumplimiento puntual de metas.

También se debe tomar en cuenta poderosamente la cultura organizacional. Actualmente resulta atractivo ser parte de organizaciones con esquemas innovadores que procuren mayor bienestar, progreso y un clima laboral agradable, espacios de escucha activa, de participación, donde se profundice en la formación del talento, no solo en términos técnicos, también humano; así como la incorporación de especialistas en gestión del cambio, quienes están preparados precisamente para hacer que las iniciativas de cambios organizacionales sean realizadas sistemáticamente hacia el modelo esperado.

Sobre los procesos de negocio y los datos

Tal y como ha venido sucediendo desde hace más de una década, otro aspecto a considerar es la automatización de los procesos de negocio, críticos o no, de manera de buscar mayor excelencia operacional, disminución de costos, transformar las experiencias de los clientes y colaboradores, y sobre todo eliminar silos de información y con ello unificar las fuentes de datos significativos que permitan a las organizaciones disponer de sus métricas operativas, medir productividad, calidad y rentabilidad del negocio, y con ello tener la posibilidad de tomar mejores decisiones basada en datos.

Sobre la tecnología:

La apertura de las empresas para extenderse hacia la Internet debe venir acompañada por soluciones que mantengan protegidos los datos y las aplicaciones.

Las posibilidades que brindan las tecnologías de nube son infinitas, allí es posible conseguir servicios que ofrecen valor en una serie de aspectos empresariales, en la infraestructura de TI (servidores de aplicaciones, bases de datos, comunicación, etc.), plataformas de desarrollo (devOps, ágilismo, IDEs, etc), aplicaciones de propósito general y específico (CRM, portales, BPM, RPA, inteligencia de negocios, inteligencia artificial, big data, entre las más nombradas), componentes reusables (APIs, conectores, etc.), en fin, son elementos con los cuales sería posible ensamblar las bases, y tal vez más, de la representación digital de las empresas y sus negocios.

Daniel Zambrano

Director general de Pranical Technologies Latam
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