Las nuevas generaciones se sienten más seguras y cómodas hablando sobre sus emociones

Hoy en día, pasamos mucho tiempo frente a pantallas, tenemos más distracciones que las generaciones pasadas, y el bombardeo de información y estímulos disminuyen nuestra atención, esto “crea tensión”, porque “independientemente de que se hable de multitasking, uno solo puede poner atención plena a una sola cosa al mismo tiempo. Imagen de Firmbee en Pixabay




“La inteligencia emocional es un antídoto contra el egocentrismo de nuestro tiempo” En la era de las selfies y el narcisismo, ¿por qué la inteligencia emocional importa tanto? Este tiempo parece propicio para el mensaje de la inteligencia emocional. Un elemento clave es la empatía, que abre la puerta a la preocupación por otros y a la compasión. Solo esto, por sí solo, parece un antídoto contra el creciente egocentrismo de nuestro tiempo”, dice Goleman.

En 1995, Daniel Goleman (escritor estadounidense, psicólogo de la Universidad de Harvard y conferencista internacional, trabajaba como periodista científico de The New York Times) publicó Inteligencia emocional, un libro en que postulaba que las personas más competentes no están determinadas solo por el cociente intelectual, sino que la habilidad de comprender y gestionar sus emociones es clave para su éxito. Con trabajo e influencia cambió la cultura laboral, al punto que sus teorías no solo son aceptadas, sino que inciden en las selecciones de personal que llevan a cabo las empresas.

Luego de estudiar el funcionamiento de más de 500 empresas, Goleman concluyó que las capacidades más importantes en el trabajo, y que también pueden aplicarse a la educación y a la vida, son la autoconciencia, la auto-motivación, el control de los impulsos, la auto regulación de los estados de ánimo, la empatía y la confianza en los demás, así como la persistencia.

Qué es entonces la Inteligencia Emocional: “la habilidad para reconocer los sentimientos propios y ajenos y la aptitud para manejarlos”.

Nuestro cerebro lleva las emociones a donde quiera que vayamos, y resulta que los mejores equipos y los mejores líderes manejan sus emociones ingeniosamente, y los estudios lo demuestran una y otra vez. Si un jefe está de mal humor, la gente que trabaja lo resiente y el nivel productivo baja. Si, en cambio, trasmite energía positiva, la productividad sube. “Antes no se ponía atención a eso, ahora lo hacemos”.

Los jóvenes a la hora de elegir posiciones en una empresa, valoran el clima, el propósito y cómo se sienten dentro, por sobre la obligación de tener que aguantar a un jefe con sus modos.

Esto se ha convertido en un desafío para los antiguos líderes, quienes no saben cómo conectar con personas que se permiten sentir y expresar, es más, pueden hasta verlas como insolentes.

Un liderazgo exitoso tiene que ver, además de la empatía, con aspectos como la inclusión y el respeto. Valores que los jóvenes tienen en cuenta y no dejan pasar por alto.

De acuerdo a una encuesta que realizó una firma estadounidense de Recursos Humanos especializada en servicios de tecnología, en 2019, el 82% de los trabajadores “considerarían dejar su trabajo por un puesto en una empresa más empática” y el 78% “trabajaría más horas para un empleado más empático”.

La empatía empresarial tiene que ver con que el trabajador siente que sus opiniones son escuchadas y que contribuye a hacer una diferencia. Algo importante, si se toma en cuenta que en el mercado laboral del país norteamericano menos de un tercio de los empleados dice sentirse comprometido con los sitios en que trabaja.

Uno de los motivos que llevó a Goleman a explorar la inteligencia emocional está relacionada con los niños. Se dio cuenta de que, en el mundo occidental, prima la costumbre de recompensarlos por ser “mejores” que sus compañeros: así es como creamos niños y posteriormente adultos competitivos y centrados en sí mismos. Él se preguntó: ¿Cómo podríamos tratarlos de otra forma?

“Enseñar inteligencia emocional a los niños se ha vuelto un movimiento global, que los ayuda a cultivar las habilidades personales y los talentos desde el comienzo de sus vidas: autoconciencia, autodisciplina, empatía y herramientas para relacionarse. Los considero regalos”, sostiene Goleman.

Una herramienta beneficiosa es el Mindfulness, mis hijos por ejemplo, han tenido esta herramienta en su clase desde pequeños, sin embargo, en mi caso, comencé a meditar en el año 2006, como consecuencia de una gran crisis personal, y jamás he abandonado ese hábito, lo considero como uno de los más poderosos en mi vida, para lograr no solo estar en el momento presente, disfrutar de la vida y reducir el estrés, sino como herramienta que me permite visualizar y manifestar nuevas cosas en mi vida.

Si esto te resuena, te invito a conocer más a través de mi página web: https://www.paulacabalen.com/meditaciones/ y hacer alguna meditación gratuita o incluso sumarte al reto de #gratitudmagica que comenzó el sábado 3 de septiembre.

Hoy en día, pasamos mucho tiempo frente a pantallas, tenemos más distracciones que las generaciones pasadas, y el bombardeo de información y estímulos disminuyen nuestra atención, esto “crea tensión”, porque “independientemente de que se hable de multitasking, uno solo puede poner atención plena a una sola cosa al mismo tiempo.

Paula Cabalen

Estratega de negocios, CEO de Consultophy y embajadora Cambridge Business Association Points of You Caountry Leader
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