IPG: Una gran alianza público-privada por la paridad de género

IPG: Una gran alianza público-privada por la paridad de género




En 2018 se produjeron a nivel mundial grandes movimientos sociales e iniciativas institucionales que ayudaron a dar visibilidad a los diferentes retos que enfrentan las mujeres en el mundo. Uno de ellos fue el 8M (conocido como el Paro Internacional de Mujeres), un día en el que se reivindicó, entre otros aspectos, la necesidad de poner fin a todas las brechas de género en el mercado laboral y potenciar el liderazgo de las mujeres en la toma de decisiones del ámbito público y privado.

Alineado a estos movimientos, Panamá lanzó en julio del pasado año la Iniciativa de Paridad de Género (IPG), un programa del Banco Interamericano de Desarrollo y el Foro Económico Mundial en el que Chile, Argentina y Panamá son pioneros en la región.

Esta iniciativa se basa en la creación de una alianza público-privada de  alto nivel, cuya estrategia se concentra en torno a  tres objetivos: aumentar la participación laboral de las mujeres, visibilizar y reducir las brechas salariales de género y promover la participación femenina en puestos de liderazgo.

La necesidad de trabajar en estas tres líneas se sustenta en los datos recogidos por diversos informes: según el Índice de Paridad de Género del Foro Económico Mundial, en los últimos años, Panamá ha cerrado en un 72% su brecha económica de género, sin embargo, la tasa de participación laboral de las mujeres es solo del 51%, 21 puntos porcentuales por debajo de la de los hombres.

IPG: Una gran alianza público-privada  por  la paridad de género

IPG: Una gran alianza público-privada por la paridad de género

Del otro lado, la tasa de desempleo femenino alcanza el 8%, acentuándose en jóvenes menores de 25 años, que alcanzan una tasa superior al 22%. Estos datos contrastan con la creciente fuente de talento femenino cualificado: si bien las mujeres representan el 70% de los graduados universitarios, el 71% de las empresas no cuentan con ninguna en el máximo nivel ejecutivo, y ocho de cada 10 empresarios son hombres. Es decir, Panamá aún no refleja incremento del número de mujeres en los espacios de liderazgo de las organizaciones, a pesar de que, desde hace años, somos mayoría en las universidades.

Estos datos demuestran que el reto es grande y que ninguna entidad aislada -ni el sector público ni el privado ni la cooperación internacional- podrá cambiar la situación. El llamado es a que todos los actores trabajemos alineados, sumando propuestas, perspectivas, energías y recursos para empoderar a las mujeres en el entorno laboral.

Esto es justo lo que ofrece la IPG, mediante su Grupo de Liderazgo y Comité Estratégico. Se trata, probablemente, de la plataforma más amplia y ambiciosa que se ha creado en el país para trabajar en pro de un desarrollo auténticamente inclusivo: la IPG está conformada por nueve instituciones públicas (Vicepresidencia y Ministerio de Relaciones Exteriores, Ministerio de Economía y Finanzas, Ministerio de Trabajo y Desarrollo Laboral, Instituto Nacional de la Mujer (Inamu), Autoridad de la Micro, Pequeña y Mediana Empresa (Ampyme), Autoridad del Canal de Panamá, Superintendencia del Mercado de Valores, Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (Senacyt) y el Instituto Nacional de Formación Profesional y Capacitación para el Desarrollo Humano (Inadeh); los líderes de siete grupos empresariales o compañías privadas (Grupo Motta, Procter & Gamble, Banistmo, Empresas Bern, Stratego, Tecnasa y Grupo VerdeAzul); cinco organizaciones económicas y sociales (Consejo Nacional de la Empresa Privada (Conep), Asociación Panameña de Ejecutivos de Empresa (Apede), Sumarse, WCD y Fundación Ciudad del Saber); y tres organismos internacionales (el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), ONU Mujeres y Organización Internacional del Trabajo (OIT), además del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Actualmente la Fundación Ciudad del Saber ejerce el rol temporal de Secretaría Técnica, hasta que esta competencia sea asumida por las autoridades designadas por el nuevo gobierno.

El Plan de Acción de la IPG Panamá se ha convertido en un paraguas que ha logrado situar bajo una misma “meta-estrategia” distintas iniciativas que se estaban implementando en diferentes instituciones, promoviendo sinergias y propiciando una mejor coordinación. Es el caso del Sello de Igualdad en las Empresas, la Coalición Internacional por la Igualdad de Remuneración/EPIC o la Ley 56, que establece la participación de las mujeres en las juntas directivas de empresas estatales y de capital mixto.

Por otro lado, en Panamá ampliamos los ejes iniciales de la IPG (participación laboral, igualdad salarial y participación femenina en los espacios de decisión) para incluir otros temas que consideramos vitales para alcanzar el objetivo de la igualdad (apoyo al emprendimiento y mejora de la organización social del cuidado), pues sin tenerlos en cuenta, es evidente que los avances serían mucho más lentos, costosos y limitados.

Otro factor indispensable para el progreso de esta iniciativa es extender la alianza. Instituciones, empresas y personas tenemos un papel que cumplir para que la inclusión, diversidad e igualdad se hagan reales.

En esta línea, el objetivo de la Fundación Ciudad del Saber durante este periodo temporal como Secretaría Técnica, es que se consolide la iniciativa a través de la adhesión de nuevos aliados y la generación de un mayor número de alianzas que nos permita avanzar más rápido en este camino a la igualdad.

Es por esto que se ha iniciado una campaña de adhesión de empresas, que ofrece a aquellas que decidan unirse, un espacio de trabajo compartido para identificar su punto de partida y mejorar sus propios indicadores de situación e intercambiar experiencias y mejores prácticas.

El éxito de esta iniciativa no solo beneficiará a las mujeres panameñas, sino al país en general, ya que, según las cifras del Banco Mundial, nivelar la participación de hombres y mujeres incrementaría en 21%  nuestro producto interior bruto (PIB). O lo que es lo mismo, esta iniciativa, enfocada en promover los derechos laborales de las mujeres, podrá convertirse en un impulsor del desarrollo sostenible en Panamá.