Inflación: ¿viene ahora lo difícil?

Las decisiones de la FED de Estados Unidos afecta a todo el mundo, incluyendo Europa. EFE




La lucha contra la inflación es una realidad de plena actualidad, de hecho, el todopoderoso presidente de la reserva federal de Estados Unidos, dijo en el simposio de Jackson Hole, que seguían siendo necesarias más subidas de tipos de interés en el futuro, con el más puro estilo “hawkish”.

Creo que tenemos que ser conscientes que los bancos centrales dependen de los datos, ya que todos dependemos de que los reguladores de la política monetaria sean capaces de subir los tipos de interés lo suficiente como para controlar la inflación, pero sin pasarse y con ello provocar una dura recesión.

El mantener el crecimiento de los países que padecen esa inflación y la creación de empleo, que en Estados Unidos y Europa siguen fuertes, con tasas de paro históricamente bajas, hacen que ni Christine Lagarde, ni Powell, se planteen posibles bajadas de tipos cercanas.

Lo que si es indudable, es que esa inflación y subida de tipos, está afectando al ahorro acumulado y al retraso de vencimientos y con ello al aguante de la economía, abocándonos poco a poco a un escenario recesivo, por no hablar de la posible devaluación de la moneda que tenga menores tipos de interés y con ello su dependencia de la competitividad en el exterior, muchos analistas apuntan que esto hará que el dólar se revalúe y el euro se devalúe, debido a mayores subidas de tipos y durante más tiempo en Estados Unidos que en Europa.

De hecho, el propio Banco Central Europeo (BCE) ha dicho que no se podrá recuperar la estabilidad monetaria y el control de la inflación para llegar al objetivo hasta el año 2025, ya que la institución no quiere asumir el riesgo de deprimir la actividad económica, esta nueva fecha contrasta con la última tomada en cuenta como fecha límite, que era para finales del 2024, además el propio BCE no ha dejado de revisar al alza durante más de un año, las proyecciones de inflación.

El último dato de inflación en la zona euro ha sido de una subida de precios del 5.3% anual, cifra muy superior al objetivo de inflación que el BCE tiene en el 2% o incluso en el 3% como algunos proponen como objetivo nuevo de inflación. Lo más llamativo es que esto está ocurriendo después de un endurecimiento de la política monetaria fortísima, con subidas de los tipos de interés desde el 0% al 4.25% en el último año, siendo el ciclo de endurecimiento monetario más intenso y largo de la historia del BCE.

Inflación: ¿viene ahora lo difícil?

La presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde. EFE

Todo este proceso de subidas generará una materialización según el Consejo de Gobierno del BCE de impacto en reducción del PIB a lo largo de próximo año 2024, siendo a su vez el año de la desinflación, con una inflación desacelerándose hasta el 3%. Muchos economistas creen que, en la próxima reunión del BCE, se realizará una subida de 25 puntos básicos más en los tipos de interés, debido a que, aunque la inflación subyacente esta descendiendo, no está siendo en lo suficiente como para relajar la presión de la política monetaria.

Esto llevaría a los tipos de interés a la cifra del 4.5%, la más alta desde mayo del año 2002. Además, los miembros del BCE, aseveraron que si los Gobiernos no retiran las medidas de apoyo fiscal existentes en la economía, su organismo tendrá que subir los tipos de interés en mayor medida en el futuro para contrarrestar la inflación generada por esa expansión económica.

La verdad es que la última subida de los precios de los carburantes, con el precio del petróleo en subida libre y a su vez los efectos del cambio climático, con sequias, danas (siglas para referirse a Depresión Aislada en Niveles Alto) y huracanes, como elementos de convivencia ya casi cotidiana, hace muy difícil el control de la inflación y genera presión sobre los precios, ya que la oferta menor de bienes, servicios y comodities y una demanda duradera ponen en jaque una subida mayor de precios y con ello el peligro de derrumbe y repercusión en el crecimiento.

Como resumen, observamos que terminar de controlar la inflación va a ser una labor francamente exquisita y muy difícil de gestionar en sus últimas decisiones de subidas de tipos de interés, de hecho, los propios reguladores sienten la volatilidad de los precios como un nexo de convivencia futura tanto en Estados Unidos como en Europa.

Quedémonos por tanto con las palabras recientes de Luis de Guindos, vicepresidente del BCE, diciendo que las subidas de tipos de interés están en su recta final y que eso dependerá fundamentalmente de los efectos de segunda ronda en la inflación, de la inflación subyacente que elimina elementos más volátiles, así como la influencia de la política monetaria en el endurecimiento de las condiciones de financiación de los próximos 12-24 meses.

Por último, solo decir que todos deseamos que no se produzca la tan temida estanflación, que aúna recesión por falta de crecimiento en una Europa con una tasa de paro históricamente baja en el 6.4% y una perdurable inflación, en la cual influyen más aspectos, como la confianza en el dinero por parte de los actores en la economía.

Manuel  Romera Robles

Director del Sector Financiero del IE Business School
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