¿Es conveniente mantener un bajo perfil en el mundo actual?

El desafío radica en lograr gestionar la comunicación de manera responsable y estratégica. Pixabay.com




Es comprensible que muchas personas asocien la comunicación únicamente con los medios de comunicación tradicionales, como periódicos, radio o televisión, y que esto pueda generar confusión o incluso stress hacia la idea de participar en la comunicación pública.

Sin embargo, es esencial reconocer que, en la era digital actual, la comunicación va mucho más allá de los medios convencionales.

Las redes sociales, blogs, podcasts y otras plataformas en línea han democratizado la comunicación, brindando a cada persona la posibilidad de expresar sus ideas y conectar con audiencias de todo el mundo.

En el mundo actual, caracterizado por una creciente digitalización y el dominio de las redes sociales, la comunicación juega un papel fundamental en la forma en que las empresas y las personas interactúan con el entorno que las rodea.

A pesar de ello, algunas empresas y personas pueden sentirse tentadas a mantener un bajo perfil y evitar la comunicación pública, ya sea por temor a la exposición excesiva, la preocupación por los riesgos asociados a la visibilidad en línea o la simple búsqueda de privacidad.

Mantener un bajo perfil puede parecer una estrategia segura para evitar posibles consecuencias negativas o comentarios no deseados, pero también conlleva ciertos desafíos significativos en el mundo hiperconectado en el que vivimos.

La era digital ha hecho que la privacidad completa sea prácticamente imposible, ya que cualquier situación o persona puede hacerse pública en cuestión de segundos a través de las redes sociales y otras plataformas en línea.

Cada día la transparencia es más importante en el mundo de los negocios, y la ausencia de información, en muchos casos, genera mucha desconfianza.

Además, la falta de comunicación pública puede dejar espacios vacíos que otros llenen con información no deseada o mal interpretada.

Al no tener una presencia activa en el ámbito público, las empresas o personas pueden ser percibidas como distantes o poco comprometidas con sus audiencias, lo que puede afectar negativamente su reputación y credibilidad.

Por otro lado, la comunicación efectiva es esencial para el crecimiento y el éxito en el ámbito profesional.

Aquellos que dominan esta habilidad pueden incidir y persuadir a otros, construir relaciones sólidas y tomar decisiones informadas.

La comunicación también facilita la colaboración y el trabajo en equipo, lo que es especialmente relevante en el entorno empresarial actual, donde la colaboración y la innovación son fundamentales para el éxito.

Es cierto que la exposición pública conlleva ciertos riesgos y requiere un enfoque consciente y controlado. Sin embargo, es importante reconocer que el hecho de mantener un bajo perfil no garantiza la privacidad completa ni evita los posibles impactos negativos en la reputación. Incluso en ausencia de una comunicación activa, terceras personas pueden compartir información o comentarios sobre la empresa o persona que pueden ser perjudiciales o descontextualizados.

Ante este panorama, es fundamental encontrar un equilibrio entre mantener cierta privacidad y participar en una comunicación estratégica bien gestionada.

Esto implica establecer pautas claras y políticas internas para la comunicación, así como brindar capacitación y sensibilización a los equipos internos sobre los riesgos y la importancia de mantener una separación entre lo personal y lo profesional.

El desafío radica en lograr gestionar la comunicación de manera responsable y estratégica. Al entender que la comunicación ya no es solo unidireccional y mediada por los medios, sino que también implica una comunicación directa e instantánea en línea, podemos tomar el control de nuestra propia narrativa y gestionar nuestra reputación de manera más efectiva.

Tres temas para tomar en cuenta

  1. No es posible decretar el bajo perfil e intentarlo es inconveniente, por eso una buena gestión comunicacional es esencial en el mundo actual.

  2. Adoptar una estrategia consciente y bien gestionada fortalece la reputación, construye relaciones sólidas y abre oportunidades de crecimiento y éxito tanto en el ámbito profesional como personal.

  3. Mantenerse alejado de la comunicación pública puede significar perder la oportunidad de conectar con una audiencia más amplia y establecer una presencia auténtica y positiva en el mundo digital actual.

En última instancia, la comunicación bien gestionada puede marcar la diferencia entre el éxito y el estancamiento en un mundo cada vez más interconectado y competitivo.

 Juan Carlos Roldán

Consultor Gerencial Partner de Komunika Latam
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