Al conseguir nuestro primer empleo y entrar a la fuerza laboral, usualmente estamos contentos porque vamos a empezar a ganar dinero. Vamos a poder hacernos cargo de nuestros gastos y darnos ciertos lujos de ahora en adelante. Sin embargo, pasan unos meses y esas primeras quincenas que nos pagaron, no tenemos idea de adónde se fueron.
Esta es una situación que le sucede a muchos jóvenes cuando tienen su primer trabajo. Se dejan llevar por la emoción de tener su propio dinero y se lo gastan sin pensarlo mucho. Usualmente, después de eso es que se dan cuenta que tienen que prestar mejor atención a cómo administran su dinero.
Estas son 4 cosas que debes hacer para manejar adecuadamente tu dinero cuando empiezas a trabajar. Ten en cuenta que los hábitos financieros que implementes de joven probablemente te duren toda la vida. Si son buenos, perfecto. Pero si no lo son, ahí vienen los problemas. Procuremos tener buenos hábitos.
Lo primero que debes hacer es armar tu presupuesto. El presupuesto es la herramienta financiera más potente que tendrás a tu favor. Es lo que va a determinar cuál es tu plan de acción en cuanto a finanzas.
Para armar ese presupuesto, apunta cuánto es tu ingreso mensual. Luego, toca apuntar todos los gastos que tengas. Esos gastos vamos a dividirlos en tres: gastos necesarios fijos y gastos necesarios variables y los gastos no necesarios.
Los gastos necesarios fijos son gastos de los que conocemos el monto a pagar porque es el mismo todos los meses. Aquí entran gastos como los seguros, la renta o hipoteca, letra del carro, entre otros. Para los gastos necesarios variables, el monto a pagar varía como en el caso de la cuenta de electricidad, agua, supermercado, etc. Finalmente, los gastos no necesarios son aquellos que vamos a tener por deseo de cada uno. Por ejemplo, ir a comer a un restaurante, gastos de entretenimiento, comida a domicilio y ese tipo de gastos.
Al tener una idea de adonde se va tu dinero, puedes asegurarte de que tu ingreso es suficiente para todos los gastos que tienes. Para hacer esto, puedes usar Excel, alguna aplicación gratuita de celular o una simple hoja de papel. No hay que complicarse.
Lo segundo que debes hacer es planificar tus ahorros. Cuando eres joven no tienes muchas responsabilidades ni gastos, y es por eso que es el momento perfecto para ahorrar la mayor cantidad de dinero posible. Puedes tener distintas metas de ahorro: para viajar, para un carro, para empezar un negocio, etc.
Lo importante es que te asegures de ahorrar cada mes. No gastes tu dinero con la intención de ahorrar lo que te sobra, porque hay altas probabilidades de que te gastes todo el dinero y no te sobre nada. La clave es que apenas recibas tu salario, separes un monto para ahorrar automáticamente, y lo que te sobra es lo que te gastas.
Lo tercero que debes hacer es empezar a armar tu fondo de emergencia. Un fondo de emergencia es un dinero que tienes separado, con el único objetivo de que esté disponible en caso de algún imprevisto. Algunas situaciones comunes en las que este dinero es vital son cuando se nos daña el carro, cuando se nos rompe el celular o cuando tenemos un accidente y acabamos en el hospital.
Estas son algunas situaciones que saldrán cuando menos las esperes, pero para las cuales tienes que estar preparado financieramente para asumir el gasto sin que derrumbe tus finanzas personales.
Lo ideal es que tengas este dinero en una cuenta separada que no toques. La recomendación usual es que tu fondo de emergencia sea de entre 3 a 6 meses de tus gastos necesarios. Es decir que si tienes gastos necesarios mensuales (fijos y variables) de $1,000 dólares, entonces nuestro fondo de emergencia debería de ser entre $3,000 a $6,000 dólares.
Por último, pero no menos importante, sería muy bueno que empezaras a construir un historial crediticio. Un historial crediticio es un informe sobre cómo manejas el pago de tus créditos. Si eres responsable al pagarlos, tendrás un buen historial crediticio y un score crediticio. Si no eres responsable, sucederá lo contrario.
Es importante tener un buen historial crediticio porque es lo que las instituciones financieras utilizan para determinar si te dan un préstamo cuando lo solicites. Si no tienes un buen historial, puede que te rechacen. Aún peor, si no tienes construido un historial, las instituciones no tienen manera de saber que tan responsable eres.
La mejor manera de empezar a desarrollar un historial crediticio es por medio de una tarjeta de crédito. Apenas puedas, saca una tarjeta de crédito, preferiblemente sin anualidad y paga el monto total de lo que debes todos los meses para evitar endeudarte. Siguiendo estos pasos, tendrás un buen historial y score crediticio en algunos meses.
Si realizas estas 4 cosas cuando empieces a ganar dinero de tu primer empleo (en realidad en cualquier momento de tu carrera laboral), vas a estar en una buena posición financiera de aquí en adelante.
