Cómo los Ceos pueden cumplir la promesa cero emisiones netas de carbono

Las empresas y los gobiernos tienen la meta de reducir las emisiones de carbono. Pixabay




En noviembre de 2021, los líderes empresariales aparecieron en Glasgow en la COP26 comprometiéndose a asumir el desafío de alcanzar los objetivos de cero-neto emisiones de gases de efecto invernadero para 2050. Si bien pocos creían que iba ser fácil, los objetivos establecidos indicaban que el sector privado estaba verdaderamente comprometido. Cuando empezaron a manifestarse nuevos vientos de incertidumbres (inflación, guerra en Europa, inseguridad energética y una potencial recesión global) los gobiernos siguieron adelante y aprobaron importantes medidas legislativas sobre el cambio climático en Europa y los Estados Unidos y más de 3.000 compañías se han comprometido en hoja de rutas para lograr el cero-neto.

A medida que los vientos de frente se van intensificado, el momento enfrenta a los CEOs con una doble misión: definir de manera creíble cómo lograrán una transición hacia el cero-neto y a la vez construir y fortalecer la resiliencia necesaria frente a la volatilidad de los shocks económicos y políticos en curso. La tarea no es fácil. Pero mientras tras las discusiones de la COP27 en Egipto, hay buenas noticias: la presión por demostrar un progreso real y crear valor real a través de la sostenibilidad está creciendo. En este artículo presentamos cinco acciones clave para ayudar los lideres mundiales a cumplir con los dos imperativos centrales de una nueva estrategia de sostenibilidad.

Acelerar el despliegue de capital con una mentalidad de capital privado: Las inversiones en iniciativas destinada al cero-neto en ciclos más tempranos tienen un mayor riesgo, pero también mayores retornos, ya que se benefician de financiación facilitada de las políticas, de una mayor disposición para que las contrapartes participen, de nuevos talentos y de la oportunidad de obtener una ventaja inicial en las cadenas de valor nacientes. En muchas industrias, habrá múltiples ganadores en sostenibilidad. Esta es otra razón para considerar una mentalidad de inversor y distribuir apuestas en múltiples iniciativas.

Jugar a la ofensiva a través de una estrategia sostenible de creación de valor. Será importante que dos objetivos sean primordiales: extender y descarbonizar el negocio principal y construir nuevos negocios sostenibles en cadenas de valor reconfiguradas. Esto representa una oportunidad única que requiere replanteo de cómo construir, operar y mantener cada sector de la economía. Los líderes necesitan dar grandes pasos para alcanzar el momento, interactuando con el ecosistema de innovación y apalancando sus talentos de construcción de negocios.

Ir más allá de cero-neto: Los CEOs también podrán buscar que sus compañías tengan un impacto positivo, avanzando en el juego de la biodiversidad, optimizar el uso de los recursos compartidos de agua y aire, asegurar una cadena de suministro responsable y contribuir a una transición energética justa.

Construir la asociación y el músculo del ecosistema: el desafío de mantener la resiliencia y, al mismo tiempo, avanzar hacia el nivel neto-cero es demasiado grande para hacerlo solos. Serán necesarias nuevas asociaciones público-privadas, porque muchas de las cadenas de valor emergentes requerirán un desarrollo completo del ecosistema. También existirán oportunidades para asociarse con competidores en planes tecnológicos compartidos para mitigar el riesgo tecnológico y dirigir mejor la financiación de las innovaciones.

Reformar equipos de liderazgo, juntas y trabajadores de primera línea: a medida que las compañías adopten estrategias sostenibles, necesitarán nuevas habilidades. Las compañías necesitan identificar las competencias necesarias para sus modelos de negocios más sostenibles y procurar adquirirlas y desarrollarlas internamente.

Los CEOs que entiendan las virtudes de la resiliencia estratégica sabrán que abordar las dificultades inmediatas y construir un futuro sostenible puede (y debe) perseguirse al mismo tiempo. Al mantener la visión, moverse con agilidad, jugar la ofensa y aprovechar las oportunidades en lugar de retroceder ante el riesgo, los líderes pueden mejorar el futuro de sus empresas y del planeta.