Panamá enfrenta pérdida de grado de inversión en medio de panorama electoral incierto

Área bancaria




La degradación de Panamá por parte de Fitch Rating ha puesto en alerta a los agentes económicos locales, advirtiendo sobre los efectos en medio de un escenario político y económico lleno de incertidumbre.

La rebaja de la calificación de riesgo de Panamá de BBB- a BB+ por parte de Fitch, colocándola en el umbral de la pérdida del grado de inversión para esta calificadora, significa varios retos para el sistema financiero y para el país en general.

Voceros de la industria financiera y de la Superintendencia de Bancos coinciden en que se debe enviar un mensaje al mercado internacional y evitar perder las calificaciones con S&P y Moody’s para no empeorar el panorama macroeconómico.

El superintendente de Bancos de Panamá, Amauri Castillo, ha señalado que esta degradación implicará un escenario más complejo, con presiones adicionales en el costo del financiamiento para empresas, hogares e individuos.

Castillo enfatizó que, aunque Fitch haya degradado a Panamá, el país aún conserva la calificación de grado de inversión por parte de S&P y Moody’s, aunque con perspectivas negativas. Sin embargo, es crucial abordar los problemas estructurales de manejo de deuda y la disciplina fiscal para mantener estas calificaciones.

Raúl Guizado, presidente de la junta directiva de la Asociación Bancaria de Panamá, añade que, aunque la situación del Centro Bancario Internacional y del Sistema Bancario local es estable, el país ya venía mostrando signos de deterioro en la percepción ante el mercado internacional, reflejado en el encarecimiento del financiamiento y una disminución en la inversión extranjera directa.

En un documento elaborado por la Superintendencia de Bancos de Panamá en noviembre de 2023, se alertaba sobre las amenazas macro financieras para el Sistema Bancario Nacional ante una posible pérdida del grado de inversión. Se mencionaba que esto implicaría un encarecimiento y reducción del financiamiento externo, lo que impactaría negativamente en la economía, con una posible reducción de las inversiones gubernamentales y un aumento del desempleo.

Al presentar los resultados del Centro Bancario Internacional en marzo, el regulador bancario volvió a advertir sobre las señales de una posible pérdida del grado de inversión.

Ahora, con la pérdida formal del grado de inversión en el horizonte, Panamá se enfrenta a la tarea de convencer a los mercados internacionales para recuperarlo y mantener las calificaciones con S&P y Moody’s, un desafío crucial en un momento de incertidumbre política y económica.

Katiuska Hernández

Reportera economía y Martes Financiero. Equipo multimedia.
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