Cervecería Nacional, tan local como vanguardista

Cervecería nacional, tan local como vanguardista




Abrir una cerveza, beberla, satisfacer con ella el fruto solar del deseo, calmar la sed y respirar con alivio después del primer sorbo, es posiblemente una de las experiencias más simples y maravillosas de vivir en Panamá. Todo aquí confabula en favor de satisfacer esta rutina practicada por cientos de miles de habitantes, en un país de temperaturas salvajes solo dominables cuando a alguien le da por destapar uno de los varios tipos de “frías” de un mercado cervecero en el cual reina la categoría light. El 80% de las marcas pertenece a dicha segmentación, y el 20% restante corresponde a cervezas más fuertes.

Que la industria cervecera panameña sea una de aquellas predispuestas mayormente hacia el etiquetado light, tampoco la hace una actividad ligera, breve, como seguramente la percibe el consumidor al beber una cerveza. Él desconocerá la infinidad de detalles existentes detrás de esa decisión de consumo y los esfuerzos de una compañía como Cervecería Nacional Panamá mediante su oferta de productos con los cuales cautiva alrededor del 70% del mercado. El 67% está dominado por las cuatro marcas locales de la compañía, es decir, Atlas Golden Light, Atlas, Balboa Ice y Balboa. En el 3% restante se encuentran las tres presentaciones extranjeras de esta cervecera: Budweiser, Corona y Stella Artois.

“Parte de nuestro objetivo como compañía no solo es el crecimiento económico, sino también el del país. Si Panamá prospera y crece, todas las compañías lo harán de forma conjunta”, destaca Thiago Correa Ely, presidente ejecutivo de Cervecería Nacional Panamá.

Es un comentario atinado si se tiene en cuenta el presente de la industria cervecera panameña y su correlación con el comportamiento económico del istmo. Durante 2018, la producción de bebidas alcohólicas se redujo en –2.2%, en tanto que la elaboración de cervezas descendió a –2.4%, según las tarjetas de la Contraloría General de la República. Fuentes del mercado explican este comportamiento como consecuencia de la marcha más lenta de la economía en los últimos años.

 

Cervecería Nacional, tan local como vanguardista

Cervecería Nacional, tan local como vanguardista

De modo que los propósitos de Cervecería Nacional se enmarcan dentro de una estrategia combinada de factores empresariales y definida por Correa Ely como de “una compañía de marcas de cerveza” resultante de una estructura industrial pero integrada “principalmente por gente”. Los mil 500 trabajadores de la empresa son los responsables de cumplir las directrices corporativas, de tal manera que su rendimiento trasciende la planta de producción —ubicada en diagonal a la Universidad de Panamá—, las oficinas administrativas de Costa del Este y los camiones distribuidores.

“Queremos un crecimiento sostenible, y así debe ser siempre. Que ocurra de una forma sana en el mercado. Por eso trabajamos para que nuestras marcas sean mejor vistas y tengan una mayor conexión con los consumidores. Buscamos que nuestras presentaciones estén innovando, renovándose, para estar enganchados con el consumidor panameño, y a partir de ahí, aumentar nuestro posicionamiento”.

La estrategia se plantea luego hacia resultados visibles y aprobados necesariamente por el cliente final.

Un consumidor que, según lo describe Correa Ely, busca la novedad, quiere productos de calidad, es exigente y muy abierto al consumo de productos ligeros. Alguien que busca defenderse del “calor” con una pinta.

La pinta

Panamá es pequeño en territorio y población pero grande en ingesta de cerveza. El consumo pér capita de esta bebida posiciona al país entre los tres primeros de América y número uno de Centroamérica. Dice Correa Ely que en el istmo, por cada habitante mayor de edad, se consume un estimado de 82 litros. “Es un mercado con una producción de más o menos 350 millones de litros de cerveza al año”.

La demanda de la bebida impone en las cerveceras la obligación de establecer “conexiones” con cientos de miles de consumidores habituados, por ahora, a las presentaciones light. Ellos terminan premiando esas experiencias allanadas por las marcas para hacerlos olvidarse del sol. Correa Ely enfatiza en la necesidad de ofrecer un tipo de bebida para cada ocasión, para cada espacio. La sapiencia comercial de una compañía se observará en la manera como lleve al cliente final a optar por la decisión justa en el lugar adecuado, en el modo como lo acompañe en el momento de su elección.

Cervecería Nacional cumple una agenda de fiestas y celebraciones con la meta de acompañar a sus seguidores. El Atlas Golden Fest 2019, realizado en Gamboa, recibió cerca de 20 mil personas. Hace dos meses, organizó, por primera vez, el encuentro Corona Sunset Session bajo el lema “El espíritu del paraíso está en el horizonte”, el cual posiciona un concepto after office para desconectar de la rutina a los consumidores, permitirles el desahogo de una jornada laboral extenuante cuando el verano campea fuera de la oficina, y propiciar un reencuentro con los amigos.

Cervecería Nacional, tan local como vanguardista

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La compañía estuvo presente en el Burger Week Panamá 2019, una vitrina apropiada para promover el consumo de cerveza como acompañante de una hamburguesa (y de otras comidas rápidas como la pizza o los hot dog). “Renovamos este año nuestro patrocinio a la Federación Panameña de Fútbol, para que la Selección de Panamá vaya al Mundial de Catar. Pero buscamos construir con ellos (Fepafut), algo más allá que un simple patrocinio a la Selección. Queremos apoyar proyectos [diferentes] por debajo de la base, en conjunto con la Fepafut”.

La introducción de Atlas Golden Light amplió el mercado cervecero panameño. Esta bebida “lanzada hace tres años” por Cervecería Nacional agrandó el espectro consumidor, al punto de que Correa Ely considera aquella marca como “un factor principal” en la igualación del consumo de cervezas entre hombres y mujeres. Y es tanta la fuerza de este producto, que de cada 10 cervezas que se consumen en el país, casi 5 corresponden a Atlas Golden Light. “Esta marca ancló muy bien en el público femenino, por su sabor líquido, por la composición. Esto la ha hecho crecer mucho entre las mujeres”.

Las tres presentaciones extranjeras, o sea Corona, Budweiser y Stella Artois, avanzan en ese 20% del mercado ajeno a la categoría de las ligeras. Son como tres guerreras en misiones de máxima complejidad. Su posicionamiento por separado resultará de haber entendido “en qué espacio del consumidor puede acoplarse cada marca”.

Corona tiene una esencia vinculada con el espíritu de la playa. “Su consumo se relaciona con los momentos easygoing. Es más ligera y más tranquila”. Budweiser es la denominación de “más alta calidad” que tiene la compañía, y su presidente ejecutivo la califica como “oro líquido”. Y Stella Artois se ajusta a los momentos de sofisticación de una persona. Pertenece a la gama súper premium y está pensada para satisfacer los “momentos de indulgencia”, esos instantes en los que el consumidor dice, al margen del precio: merezco esto.

Cervecería Nacional, tan local como vanguardista

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Pues Stella Artois cumple en Panamá un propósito de desdoblamiento. Si alguien cree en la metafísica y le gusta la cerveza, podrá decir de esta lager originaria de Bélgica que tiene también los atributos para competir con las denominaciones artesanales. Sobre esta categoría, Correa Ely consiente en que se trata ya de “un mercado consolidado”. La Stella Artois llega a equipararse a las bebidas hechas por cerveceros artesanos locales, en cuanto contiene “un amargor más fuerte y una presencia más alta de alcohol”.

Consultado si a Cervecería Nacional le interesaría adquirir uno de los talleres de cerveza artesanal del país, el entrevistado contesta que el “portafolio” de bebidas que “tiene en el exterior” la holding a la cual pertenece la compañía panameña, es decir Ab InBev, los lleva a “estar analizando la conveniencia de traer artesanales a Panamá”. Si se presenta la oportunidad de adquirir una cervecería local, “vamos a analizarla, pero de momento no estamos buscando integraciones con cerveceros artesanales”.

El cuerpo

Anterior a cada marca de Cervecería Nacional, existe un plan de sostenibilidad, luego no solo es la presentación sino también la organización y sus propósitos de responsabilidad corporativa. Correa Ely hace hincapié en el plan de sostenibilidad, en la alineación de este con las directrices de una gigante como Ab InBev.

“La compañía tiene esto [el plan] desde hace mucho tiempo y quiere fomentarlo siempre. Para empezar, nuestros productos son hechos con agua, y este recurso es un desafío global. En los últimos 10 años hemos disminuido casi tres veces la utilización de ese recurso en nuestro sistema productivo. Nuestro costo de agua es de 3.5 hectolitros por cada hectolitro de cerveza”. El comparador global o benchmarket es de 2.9.

En los procesos de producción se colecta y reutiliza el 93% de los desechos. Y solo para resaltar el compromiso con la comunidad, por ejemplo con la aledaña a la fábrica ubicada en el principio de la avenida Ricardo J. Alfaro, Correa Ely asegura que solucionaron el quid del tráfico vehicular con los camiones de la cervecera que entran y salen con la misión de surtir uno de los mercados más competidos.

Son las señales de una compañía que sigue siendo panameña, pero que satisface los estándares de la industria global de las cervezas, desde hace unos meses en manos de un brasileño, Thiago Correa Ely, experto en una bebida de nobles propósitos. Su arte radica en proporcionarles a los consumidores todo lo necesario para que degusten el fruto solar del deseo, lo beban y calmen la sed. Y entonces digan: “aah”.