La Reserva Federal (FED) anunció que los 23 mayores bancos de Estados Unidos superaron los rigurosos test de estrés anuales, a pesar de la incertidumbre que afectó a Silicon Valley Bank (SVB) y Signature Bank en marzo.
Según el análisis de la FED, estos bancos se mantuvieron por encima de los requisitos de capital en un escenario hipotético de recesión global, a pesar de las proyecciones que indicaban pérdidas superiores a los 500 mil millones de dólares.
La fortaleza demostrada por estos bancos confirma que están bien preparados para hacer frente a una recesión severa y continuar brindando apoyo financiero a familias y negocios, aseguró la FED en un comunicado.
Los bancos considerados “sistemáticamente importantes a nivel mundial” (G-SIBs), como Wells Fargo, Bank of America y Morgan Stanley, también se sometieron a un nuevo componente en la prueba, que evaluó el impacto de un mercado preliminar con presiones inflacionarias más altas.
Aunque la prueba no modificará los requisitos de capital de la FED, ha destacado la capacidad de los bancos para resistir un escenario hipotético con tasas de interés elevadas y mayor inflación. En contraste, el escenario adverso base enfrentado por todos los bancos analizados proyectaba un aumento del desempleo y una caída del PIB, aliviando así las presiones inflacionarias.
La prueba también examinó el mercado inmobiliario, proyectando una significativa reducción del 40% en los precios de los inmuebles comerciales. Se estima que en dicho escenario, los bancos sufrirían pérdidas totales de 541 mil millones de dólares, siendo las pérdidas en el sector inmobiliario responsables de 100 mil millones de dólares.
Aunque la Fed no mencionó directamente los casos de SVB y Signature Bank, señaló la importancia de ser cautelosos al evaluar la resiliencia de los grandes bancos, considerando los eventos recientes. Este análisis destaca la necesidad de incluir una amplia gama de riesgos en los test de estrés para la banca, según el organismo.
Bajo la Ley Dodd-Frank, los bancos de Estados Unidos con activos superiores a 100 mil millones de dólares están sujetos a pruebas de estrés, como parte de una reforma financiera implementada en 2010 tras la crisis financiera de 2007-2008. Entre las entidades sometidas a estas pruebas se encuentran Bank of America Corporation, Barclays US LLC y Wells Fargo & Company, entre otros.
