La sostenibilidad interna también puede ser negocio para las empresas

Conviene a estas alturas aclarar que la adopción de medidas decentes de relacionamiento con los trabajadores.




La sostenibilidad interna, requiere que las empresas paguen remuneraciones decentes, se ocupen del mejoramiento profesional de quienes trabajan para ellas y se ocupen de no discriminar en el acceso a los trabajos

Las empresas sostenibles son aquellas que buscan generar beneficios para sus stakeholders. Ello supone mantener relaciones de largo plazo, mediante prácticas de negocio éticas y respetuosas con sus clientes, proveedores y con las comunidades que las rodean. Por supuesto, el respeto al ambiente es también una premisa ineludible.

Esta filosofía también debería ser aplicada por las empresas hacia su interior, es decir, en el trato que dan a empleados y colaboradores. Sería muy inconsistente que una organización atendiera a sus stakeholders externos y no hiciera lo mismo con quienes hacen vida en su interior.

La sostenibilidad interna, en pocas palabras, requiere que las empresas paguen remuneraciones decentes, se ocupen del mejoramiento profesional de quienes trabajan para ellas, desarrollen relaciones de largo plazo o cuando menos duraderas con sus colaboradores y se ocupen de no discriminar en el acceso a los trabajos o en su compensación en función del sexo, raza o condición social. Eso es lo que una empresa decente haría.

Estas ideas deberían estar presentes en cualquier empresa que pretenda ser sostenible, independientemente de la forma organizacional que adopte o del tipo de actividad que desarrolle. Incluso aquellas que operan en el mundo de las plataformas digitales o basan su sistema de distribución en colaboradores independientes. Todas las empresas deben “hacerse cargo” de quienes, a través de su trabajo, hacen viable su modelo de negocio. Más allá de la discusión sobre la naturaleza jurídica de la relación que se da entre estas empresas y quienes prestan el servicio, incluso asumiendo que estos no fuesen trabajadores en el sentido legal del término.

Conviene a estas alturas aclarar que la adopción de medidas decentes de relacionamiento con los trabajadores, incluso en el caso de formas no convencionales de prestación de servicio, no sólo de justifica por consideraciones morales. También puede ser conveniente para la empresa porque se traduce en mejor clima organizacional y en mayor desempeño, como el caso Natura ilustra.

Natura &Co es un grupo global de cosméticos, de origen brasileño, que incluye a Avon, Natura, The Body Shop y Aesop. Se trata de la cuarta mayor empresa de cosmética del mundo por cifra de negocio, con una facturación de más de tres mil millones de dólares en el 2019. Al mismo tiempo se trata de la mayor empresa en el mundo certificada en el Sistema B.

Durante la pandemia, Natura tomó decisiones alineadas con el ideal de sostenibilidad interna. Lo primero que hizo la empresa fue reorientar la actividad principal de sus fábricas hacia la producción de alcohol y productos de higiene, necesarios para combatir el virus, y dotaron por igual a toda su “fuerza de trabajo” de estos nuevos productos sin cobrarles su importe.

Por otra parte, la empresa decide modificar el modelo comercial que venía usando, basado principalmente en ventas directas, hechas por consultoras independientes, a través de visitas a los clientes. Al comenzar la pandemia decidieron impulsar su sistema de ventas online, que hasta ese momento tenía una importancia menor en el conjunto de la actividad de la empresa, a fin de que las vendedoras pudieran operar desde sus casas, mientras que Natura asumía la logística de entrega de los productos. De esta forma las consultoras no tenían que salir a la calle y exponerse al riesgo de contagio. Además, subieron el monto que pagaban por comisiones en ventas online, con el objetivo de igualar los pagos que las colaboradoras recibían por las ventas presenciales.

Este esfuerzo supuso, solamente en Chile, una inversión de más de un millón de dólares que la empresa asumió enteramente, para el diseño del nuevo modelo comercial y la capacitación de las colaboradoras.

Como resultado de estas iniciativas, Natura hizo crecer el negocio y las consultoras incrementaron su ingreso en más de 30%. De hecho, antes de empezar la pandemia contaban con 75.000 consultoras en Chile, mientras que ahora tienen 85.000

No es poco lo que está en juego. De hecho, la gestión que las empresas hagan de estos temas tiene incidencia directa en la consecución de por lo menos cuatro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU: 3 (salud y bienestar), 5 (igualdad de género), 8 (trabajo decente y crecimiento económico) y 10 (reducción de la desigualdad).

José Ramón Padilla

Director del IESA Panamá y coordinador del Centro de Desarrollo Sostenible
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