La pandemia motiva a tener visiones colectivas

La pandemia motiva a tener visiones colectivas




La experiencia de la pandemia ha dejado muchos aprendizajes, uno muy relevante ha sido acelerar la evolución de visiones individuales a visiones colectivas. Evidentemente no es un proceso nuevo, pero hoy la realidad nos obliga a ocuparnos del bienestar del otro y promover alianzas como un mecanismo imprescindible para lograr la estabilidad y el bienestar individual.

Un ejemplo sencillo es que, para protegernos del contagio del virus, no es suficiente con llevar una buena mascarilla, tenemos que ocuparnos que todas las personas, conocidas o no, con quienes tengamos contacto lleven una mascarilla.

Así como en el mundo empresarial, para lograr la sostenibilidad de los negocios en esta crisis, tengo que ocuparme de fortalecer la cadena de suministros y la calidad de vida de las comunidades vecinas, ya no es suficiente con cuidar el desempeño económico del negocio o el bienestar de los colaboradores.

La pandemia ha impulsado un proceso de sinceración de los verdaderos líderes, estoy convencido que solo lograrán destacar aquellos que hayan renovado su propósito individual e impulsen una transformación social. Este es el momento de renovar los modelos de liderazgo, para poder reconstruir nuestra sociedad, los egos y los individualismos quedarán fuera del juego.

Necesitamos construir una visión compartida sobre cómo actuar y responder ante la pandemia, en sus distintas dimensiones, no solo desde el punto de vista económico o de negocios, sino desde el punto de vista social y como ciudadanos corporativos. Hay que debatir sobre dónde terminan las obligaciones con el cumplimiento de normativas y dónde empiezan las responsabilidades individuales y colectivas para poder, entre todos, gestionar una situación de alto impacto en la calidad de vida y el bienestar de las personas.

A la fecha, hay muchos ejemplos extraordinarios de transformación. Hace un mes, una nueva coalición de líderes mundiales, bajo la plataforma “Leaders on Purpose”, hizo pública una carta que proporciona una hoja de ruta práctica para rediseñar proactivamente las estructuras corporativas y políticas gubernamentales en el desarrollo de un ecosistema más favorable para las organizaciones que operan bajo una nueva lógica de negocios.

Estos líderes instan a las empresas y a los gobiernos a que se unan a ellos para apoyar el lanzamiento de un hackathon de política global «Construyendo una economía mejor» que reúne a socios corporativos, gubernamentales, académicos e instituciones con miles de expertos e innovadores que desarrollarán soluciones de políticas públicas inmediatas y a largo plazo para desatar la acción colectiva en los sectores público, privado, sin fines de lucro y cuarto sector a nivel mundial.

La situación actual ha puesto en evidencia las capacidades y el poder individual de cada una de las personas que tiene claro su propósito individual o lo muy poderoso que puede ser cuando se logra un propósito colectivo en cualquier tipo de organización y en particular en una empresa, por razones obvias las empresas generalmente concentran grandes capacidades profesionales y muy buenos sistemas de gestión gerencial.

En estos meses de pandemia tenemos muy buenas experiencias de la sinergia que se puede lograr cuando se unen esfuerzos colectivos del sector privado con los gobiernos que se dejan ayudar, uno de los mejores casos que he conocido es el de ciudad de Guayaquil donde líderes de distintos sectores lograron activarse de manera exitosa ante una situación de crisis que los había desbordado y estaba a punto de hacer colapsar todo el sistema sanitario.

También tenemos el ejemplo del Movimiento “Todo Panamá” que es una iniciativa ciudadana, cívica y gremial que busca de forma coordinada, implementar un plan integral multi-sectorial y multidimensional, en respuesta a las consecuencias que ha generado la pandemia.

En la era de las redes sociales y los influencers, es fácil acuñar frases que se conviertan en trending toppics, pero es mucho más difícil ser auténticos y genuinos. Hay un ejemplo reciente que considero muy relevante, Luis Abinader, al cumplir 7 días en el ejercicio como presidente de República Dominicana publicó el siguiente mensaje en su cuenta de twitter “Invito a los servidores públicos a abstenerse de colocar la fotografía del Presidente en sus despachos. Coloquen a su familia y a sus hijos. Acabemos con el culto a la personalidad de quienes se creen caudillos. No estamos aquí para que nos aplaudan, sino para servir a la gente.”

El tiempo permitirá evaluar si es un mensaje realmente genuino, pero sin duda es una señal clara de intentar romper los individualismos y el culto a los egos a los cuales nos hemos acostumbrado hace mucho tiempo.

Estos ejemplos, sumados a muchos otros, evidencian que todos tenemos la posibilidad de decidir ser parte de la solución o parte de un problema estructural que tiene mucho tiempo y que ha sido impulsado por los excesos de visiones individuales de corto plazo, sumado a los egos ilimitados de las personas que tienen poder o capacidad de influir.

Tenemos la oportunidad de impulsar nuevas alianzas orientadas a reimaginar el futuro pasando por reinventar el presente. Todos hemos escuchado siempre que las crisis son grandes oportunidades, pero pocas veces analizamos donde se originaron los éxitos que hoy conocemos. La mesa está servida para construir con bases sólidas una nueva etapa de desarrollo de negocios, con una visión inclusiva y de profundo desarrollo social.

Imagen de Mabel Amber en Pixabay