¿Es más difícil ser mujer en el mundo de negocios?

El rol de la mujer en la sociedad actual.




Hoy 8 de marzo se celebra en el mundo el Día Mundial de la Mujer. No soy amante de los días de las cosas, pero todo lo que sea celebrar me atrae y llama al festejo. En especial este día me convoca. Primero porque soy mujer. Me encanta serlo, y me ha sido sumamente difícil serlo también.

Durante mis años de carrera profesional corporativa, me he lamentado en ocasiones por ser mujer. Pensaba cada tanto, qué fácil sería si fuera hombre. Ese pensamiento fue el que me desafió para hacer hoy lo que hago: empoderar! Pero no me interesa solo empoderar mujeres, sino a ayudar a los hombres a comprender nuestro rol y virtudes en este mundo.

¿Qué seríamos los unos sin los otros? No creo en un mundo solo de mujeres, creo en un mundo de colaboración y respeto, pero para ello debemos alzar la voz y mostrar nuestras virtudes, que son diferentes a las de otras personas.

Amo la integración y la colaboración y de eso te quiero hablar hoy, pero para hacerlo te invito a reflexionar y pensar conmigo:

¿Es más difícil para la mujer ser exitosa?

¿Se puede? Si, claro que se puede. ¿Pero cuál es el costo de eso?

Hoy te cuento qué me ha funcionado a mi, y a las mujeres que he visto cerca, ya que estoy rodeada de muchas mujeres exitosas, y quiero estarlo, porque compartimos los mismos desafíos.

Ante todo definamos qué es éxito, ya que para cada persona es algo diferente.

Es posible que de acuerdo a la educación que hayas recibido, para ti ser exitosa sea haberte casado con un hombre con poder adquisitivo alto, tener hijos, pasar tardes con amigas con las que compartas mismos intereses y poder comprar la ropa que te guste. Puede que para otras ser exitosas sea que sus hijos estudien una carrera universitaria. En cambio para otras mujeres puede que el éxito radique en ser independientes, tener logros académicos o laborales, independencia financiera, etc.

Mientras que para otras pueda ser ocuparse de su hogar y mantener a su esposo. Hay de todo, y todo es de acuerdo a las creencias y educación que hayamos recibido.

Hay muchos ejemplos de lo que puede ser el éxito para una mujer, hay tantos puntos de vista como seres humanos hay en esta tierra. Ahora bien, ¿a través de qué vara medimos el éxito?

Si lo hacemos comparándonos con el rol de un hombre en diferentes condiciones, no estaríamos siendo justas con nosotras.

Recuerdo estar embarazada de mi primer hijo, yo era Gerente de Proyectos para IBM en ese momento, y un colega amigo me dijo: ni bien nazca tu bebé me imagino que vas a elegir un rol más tranquilo para estar tiempo con el, aunque ganes menos.

A los pocos días viene mi jefe de ese momento a ofrecerme un puesto más tranquilo, si yo quería (me dio a elegir) para el tiempo inicial de ser mamá. Le dije que en lo posible prefería seguir con mi rol gerencial.

Entre nosotras, ambas personas me hicieron sentir mal, los sentí arcaicos y machistas. Claro, eso era un tema mío, porque yo no quería sacrificar mi carrera por ser mamá. Pero culturalmente era lo que se esperaba. Como el dicho de: la mujer a la cocina.

Este es tan solo un ejemplo de los muchos que encontré en mi camino gerencial en un mundo de muchos hombres.

Algunas amigas me decían, la culpa la tienes tu por elegir trabajar en un rubro de sistemas y consultoría, creo que también era un pensamiento machista el de ellas…

En fin, hoy te comparto algunos desafíos para que los tengas en cuenta y para que, si eres mujer, sumes los tuyos propios, y si eres hombre, sepas que nos pasa y trates de entender.

Algunos de nuestros desafíos:

Conocernos y alzar la voz.

¿Qué me pasa a mi como mujer? Cuáles desafíos me encuentro y que muestran de mi historia personal y familiar. Se que mi hija tiene parte del camino allanado, no vivirá las mismas situaciones que yo, porque me tocó a mi ser quien sane ese linaje femenino.

Sanar el linaje materno

Como mujer la primer pregunta que te hago es: ¿sanaste tu linaje a través de tu propia historia personal? ¿Esa que vives en tu trabajo, grupos, etc?

Saber la historia de quién estamos repitiendo puede darnos visibilidad respecto a qué debemos sanar en nosotras para cerrar esa herida.

No te vayas, sánalo.

Para mi la vida es como una película, y en ella me encuentro con situaciones que son familiares a mi, cosas que probablemente han vivido mis abuelas, madre, etc.

Al encontrarme con ellas, al principio las sufría, cuando me animaba a contarlas, no encontraba alguien que comprendiera, hasta que yo misma cambiaba de dirección. Me he ido de lugares por esa razón.

Atención al mal trato naturalizado.

Estar atentas a las formas antiguas, que aún perduran en algunas personas. Eso mas que enojarme me hace dar cuenta de la falta de consciencia que hay en muchas personas aún. Creyendo que alzando la voz, corriéndote de un lugar, ejerciendo el poder están liderando. No es así, eso no es liderar, eso es coerción. No es lo mismo.

Querernos y sanar nuestra autoestima

Cuídate para que te cuiden. Las personas te tratarán como tu te trates. Si quieres ser respetada debes respetarte inicialmente. Eso emitirá una imagen de respeto y se te devolverá de igual forma. He visto últimamente en las noticias mujeres emborracharse y perder la consciencia, y ser abusadas. Con esto no quiero decir que está bien el abuso, todo lo contrario, pero si te encuentras conscientes, tienes más chance de hacer algo al respecto y salir de la situación.

“Para liberarse, la mujer debe sentirse libre, no para rivalizar con los hombres, sino libres en sus capacidades y personalidad”. Indira Gandhi

Algunas otras cosas que podemos hacer:

• Hablar, contar nuestra historia

• Recurrir a personas diferentes a nuestro entorno

• Comprendernos

• Ayudarnos cuando vemos injusticias

• Colaborar entre nosotras

• Brindarnos herramientas que nos funcionan

• No claudicar

• No compararnos

• No te enojes con los hombres

• Armá equipos mixtos

• Trabaja con un profesional tu autoestima

Qué debes hacer si eres hombre y estás mirando:

• Estar atento

• No es una competencia

• No juzgues con la cabeza de tus antecesores, colegas o amigos

• Arma equipos mixtos

• Valora el aporte que las mujeres podemos hacer

• Mira y conoce las estadísticas

• Esa mujer puede ser tu hija mañana


Algunas de las excusas más comunes que las mujeres suelen usar para para tapar el fracaso son:

• " Esto es todo lo que puedo hacer”

• " No sirvo para esto”

• Las quejas, chismes y críticas constantes.

• " No soy tan buena como ellos”

• " Estoy muy ocupada con los chicos, la casa, etc”

• " Realmente lo deseaba”

• " Resulta incómodo hacer cambios”

• “El no me deja”

Espero te sirva, feliz día cada día de nuestra existencia, seas quien seas!

Paula Cabalen

Estratega de negocios, CEO de Consultophy y embajadora Cambridge Business Association Points of You Caountry Leader
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