Desbloquear el potencial de América Central y el Caribe (II)

Desbloquear el potencial de América Central y el Caribe (II)




En el pasado reporte se enumeraron las siete dinámicas que modifican la demanda y la oferta en la región: diminución de las tasas de fecundidad; revolución digital; sofisticación de la demanda mundial; inminente inseguridad; aumento de la deuda pública; rápida urbanización y diversificación de los mercados.

Disminución de las tasas de fecundidad

La disminución de las tasas de fecundidad puede afectar negativamente a la economía de la región dada su estructura de crecimiento. Según los últimos pronósticos de las Naciones Unidas, la pirámide demográfica de Centroamérica y el Caribe se aplanará en 2050, por lo que se espera que las tasas de crecimiento de la población en edad de trabajar disminuyan a solo alrededor del 1% en 2030. Esto dificultará la capacidad de crecimiento de la región, dada la fuerte dependencia de varias economías del dividendo demográfico, y exigirá nuevos esfuerzos para impulsar la productividad.

Revolución digital

Según el informe de enero de 2017 del Instituto Global McKinsey titulado Aprovechando la automatización para un futuro que funciona, la creciente automatización de las actividades laborales, a pesar de tener el potencial de aumentar la productividad global entre un 0.8% y un 1.4% anual en 2065, también genera un riesgo latente de desplazamiento laboral. Sin embargo, los beneficios de las nuevas tecnologías para los usuarios y las empresas deben contribuir a un mayor crecimiento económico y a la creación de empleo, para permitirle a la sociedad promover políticas de crecimiento inclusivas.

La revolución digital representa además una oportunidad clave para transformar la productividad de los gobiernos, desde la toma de decisiones basadas en datos hasta la digitalización de los procesos de extremo a extremo y la reinvención de las interacciones de los gobiernos con los ciudadanos y las empresas.

Sofisticación de la demanda

La mayoría de las economías de la región tienen un sector exportador basado en productos y servicios de bajo valor agregado, mientras que los sectores más grandes y dinámicos de los países de América Central y el Caribe se están viendo afectados por un cambio global en la demanda hacia bienes y servicios más sofisticados. Sobre la base de las actuales carteras de exportación, la mayoría de los países deberán esforzarse por encontrar oportunidades de diversificación, como adelantar una transformación importante de la calidad de la educación, lo que permitirá crear el capital humano necesario para satisfacer las necesidades de la nueva demanda.

Desbloquear el potencial de América Central y el Caribe (II)

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Preocupación por la seguridad

La delincuencia y la sensación de inseguridad han alcanzado niveles epidémicos en la región. Algunos países, como por ejemplo El Salvador y Honduras, tienen tasas de homicidio similares a las de las zonas de guerra. Detrás de esto se encuentra el desarrollo del crimen organizado, incluyendo a las “maras” como figura principal, consecuencia de la fatalidad geográfica de la región como corredor natural de drogas entre los países productores y los mercados de consumo.

No obstante, hay buenas noticias para la mayoría de estos países donde las tasas de homicidio han caído drásticamente desde 2015. Por ejemplo, en El Salvador, los índices han caído casi un 50%, de 103 a 60 homicidios por cada 100 mil habitantes. En Honduras, alrededor de un 30%, de 60 a 43.

Aumenta la deuda pública

La creciente presión sobre el gasto público y los altos niveles de deuda pública están estrechando los recursos de los gobiernos de todo el mundo. Con algunas excepciones, como Costa Rica y Trinidad y Tobago, la mayoría de los países de la región parecen haber aprendido de los errores del pasado y han aumentado su disciplina fiscal. Pero la vulnerabilidad de la deuda pública sigue siendo una prioridad.

Urbanización rápida

América Central y el Caribe será la quinta región más urbanizada del mundo en 2030 (el 77% de la población vivirá en ciudades, similar a Europa). Pero la infraestructura no ha acompañado este proceso veloz. Según el Banco Mundial, los principales desafíos de la rápida urbanización de la región incluyen “vivienda inadecuada, vulnerabilidad a los desastres naturales y bajo crecimiento económico en los centros urbanos”. La región tendrá que cerrar la brecha de infraestructura y prepararse para este cambio.

Diversificación del mercado

Aunque en los últimos años el comercio internacional se ha extendido hacia los mercados emergentes, principalmente los asiáticos, las economías de Centroamérica y el Caribe siguen dependiendo en gran medida del comercio con Estados Unidos; además de que sus industrias de exportación dependen de unos pocos productos básicos y de productos de bajo valor añadido. Sin embargo, la región concentra alrededor del 40% de todos los acuerdos de libre comercio firmados en América Latina, lo que la convierte en una región con un alto potencial de integración comercial con los mercados globales de rápido crecimiento.

Cómo fomentar el crecimiento sostenible

Las siete tendencias presentan tanto desafíos como oportunidades para abordar las necesidades de desarrollo en América Central y el Caribe. Consideramos que tres factores clave pueden constituir un camino a seguir para promover un crecimiento inclusivo y sostenible en la región: la incorporación de las lecciones aprendidas de los casos de éxito regionales; la garantía de que se cuenta con los fundamentos para seguir siendo competitivos frente a las tendencias mundiales; y el fortalecimiento de la conectividad y la cooperación entre los sectores público y privado de la región.

Incorporar las lecciones aprendidas de los casos de éxito de la región

La mayoría de los países de la región tienen historias de éxito en desarrollos sectoriales. Entre ellos, seis relatos fueron estudiados en detalle: Costa Rica como uno de los principales proveedores de servicios de apoyo a los negocios en América Latina; el creciente sector de manufactura de dispositivos médicos de Costa Rica; el turismo de República Dominicana; la industria logística de Panamá; la manufactura de prendas de vestir de Honduras; y la producción de arneses de alambre de Nicaragua (Véase el recuadro: La reciente crisis en Nicaragua, sobre la inestabilidad política que afecta al país).

Un análisis detallado de estas historias y sus factores de éxito nos permitió identificar siete lecciones clave para la región:

La reciente crisis en Nicaragua

La reciente crisis política en Nicaragua amenaza con obstaculizar el fuerte crecimiento que la economía ha venido alcanzando en los últimos años. (Los últimos pronósticos del Fondo Monetario Internacional apuntan a una contracción del 4% en la economía nicaragüense en 2018).

Esta previsión nos permite extraer una importante lección para la región: además de diseñar e implementar estrategias orientadas a alcanzar el potencial de crecimiento económico de cada país, la estabilidad política y social es una condición necesaria para lograr un desarrollo sostenible a largo plazo.