Bancos: Optimistas pero prudentes sobre resultados

Ahora mas que nunca desde una perspectiva de ahorrista es importante conocer la solvencia de cada institución




Recientemente, la Superintendencia de Bancos de Panamá publicó el Informe de Actividad Bancaria a marzo 2022. Dentro de la relevante y copiosa información que comparte destaco al menos dos buenas noticias para el Sistema bancario Nacional: una es el crecimiento interanual de la cartera de crédito neta local en un 2.7% (6.8% a nivel de cartera crediticia neta total) y la otra es el crecimiento de las utilidades acumuladas del sistema en 29%.

Sin duda, lo anterior son muy buenas noticias, porque el crecimiento de la cartera de créditos es resultado del crecimiento de la misma en prácticamente todos los sectores económicos, a excepción de los sectores de actividades financieras, minas y canteras, y construcción. Además, con lo que parece un cambio de tendencia positivo destacamos el crecimiento interanual de 52.2% en el desembolso de créditos nuevos, aunque aun muy centrado en el sector comercio y servicios.

Por el lado de las utilidades, destaca que el crecimiento interanual esta basado en crecimientos en todas las líneas de la cuenta de resultados, destacando el 8% del margen financiero y la reducción del 13% en gasto de provisiones. Parece que hay espacio para el optimismo, pero también debemos tener espacio para la prudencia.

Este espacio para la prudencia es relevante cuando a marzo 2022, a mas de 6 meses de haberse iniciado el periodo de regularización de los créditos modificados, los mismos aun representan un total de $6,646 Millones (12.4% sobre una cartera de créditos interna neta de $53,462.5 Millones), y de los cuales $1,314 Millones son modificados dudoso y modificado irrecuperable. Tampoco podemos olvidar que del total de modificados $3,084 Millones corresponden a créditos hipotecarios, que refleja la alta tasa de desempleo y por ende falta de capacidad de pago.

Ahora mas que nunca desde una perspectiva de ahorrista es importante conocer la solvencia de cada institución, porque dependiendo de la solidez del indicador de adecuación de capital de cada institución, podremos ver su mayor o menor capacidad para absorber la realidad de una cartera modificada que tendrá que provisionarse en gran parte.