2021: sin espacio para despistarse

2021: sin espacio para despistarse




Culminó  un año que pasará a la historia por el altísimo nivel de daño que un virus hizo a toda la humanidad. Mensaje durísimo a nuestra mortalidad y período de aprendizaje para todos.

Ya con la vacuna desarrollada, y en proceso de aplicación en muchos países, se abre una puerta al optimismo, por lo menos en temas de salud. Pero cuidado con los despistes, que este 2021 será un año de muchos retos para todos, en lo personal y como sociedad.

El golpe que el coronavirus ha dado a la economía mundial y, en particular, a la de Latinoamérica, es enorme, lo que además ha exacerbado las diferencias y oportunidades entre sus habitantes.

Desde esta dura realidad es que nos tenemos que plantear un 2021 muy duro, porque debemos evitar que la crisis siga golpeando para que no sea aprovechada por los precursores de la violencia y de ideas retrogradas que destruirán lo avanzado en democracia y libertad, generando así aún más pobreza.

En Panamá, seguro de que también es aplicable a otras realidades de la región, hay dos temas que me gustaría destacar como los grandes retos, y sin duda ambos están relacionados: desempleo y alto porcentaje de préstamos en moratorias.

En primer lugar destaco el preocupante indicador de desempleo anunciado por la Contraloría General de la República, una tasa de desocupación de 18.5%, según la Encuesta de Mercado Laboral Telefónica, con un total de 371,567 desocupados, consecuencia del incremento de 225,456 personas desvinculadas o con contratos suspendidos producto de la pandemia.

Unido a lo anterior, y consecuencia en parte de esta alta tasa de desempleo, la Superintendencia de Bancos de Panamá, anunció que al 18 de diciembre del 2020, el total de deudores con préstamos modificados era de 741,017 clientes, por un total de $23,851.48 millones, algo más del 44% del total de préstamos internos del sistema bancario nacional, siendo los prestamos a personas físicas el 53% de este total modificado ($12,715.94 para 715,268 clientes).

Debemos tener en cuenta que a junio 2020 el monto total de préstamos modificados era de $26,969.87, para un total de 1,036,417 operaciones. Es decir, tenemos que en casi seis meses se ha logrado reactivación de pagos de créditos por $3,118 Millones, el 11.5% menos del monto de junio pasado.

No hay que ser un experto en proyecciones para intuir que el 2021 será un año retador porque la recuperación tomará tiempo. Habrá negocios que cerrarán definitivamente y familias que sufrirán los efectos de la falta de empleo. Todo esto se sentirá en los resultados y balances de los bancos, pero lo más grave será la factura social que tocará a todos a pagar.

Por eso, reitero, no hay tiempo para despistes. Necesitamos grandes dosis de compromiso, eficacia y solidaridad, para que todos los agentes económicos trabajen de la mano con el estado para lograr la sostenibilidad social en el largo plazo.

Imagen de Gerd Altmann en Pixabay