Hasta los operadores más retrógrados ceden al trabajo remoto

Hasta los operadores más retrógrados ceden al trabajo remoto




Las percepciones del trabajo remoto están cambiando de forma dramática en la era del coronavirus.

Koji Motokawa, al igual que muchos operadores en Japón, país conocido por su cultura de trabajo excesivo, nunca había pensado en trabajar desde casa hasta que se desató la pandemia.

Ahora, por primera vez desde que pisó la mesa de dinero hace 25 años, este subdirector de renta fija en Mizuho Securities Co. pasa al menos un día a la semana fuera de la oficina y planea seguir así. “Mi pensamiento inicial fue que iba a ser muy difícil dada la forma en que operan los mercados”, dijo. “La realidad es que es factible”.

El covid-19 obliga a profesionales financieros de todo el mundo a reevaluar su forma de operar, y anécdotas de Japón —clasificado último por la OCDE entre mercados desarrollados para el equilibrio entre vida laboral y personal— sugieren que la transición hacia un trabajo más remoto podría generalizarse y ser duradera. Corredores con sede en Tokio de empresas como Goldman Sachs Group Inc. y CLSA Ltd. informan un cambio similar en las actitudes que esperan dure más allá de la pandemia.

Motokawa dice que Mizuho ha fortalecido gradualmente su infraestructura para la negociación remota de bonos, incluyendo la distribución de pantallas y computadores adicionales. En Tokio, que ha registrado más de 10.000 casos de coronavirus, las autoridades han instado a residentes a evitar viajes innecesarios, pero no han impuesto restricciones generales para el trabajo en oficina.

“Hemos recreado la mayoría de nuestras operaciones”, dijo Motokawa. “Me da tranquilidad para trabajar desde casa uno o dos días en la semana”.

Por supuesto, el trabajo remoto no se aplica a todos los roles, y no siempre ha sido fácil para los financieros hacer la transición. Ian Gribbin, director de ventas para Japón en CLSA Ltd., también ha aprendido a trabajar desde casa. Dice que al principio ciertas cosas fueron difíciles, como tener que programar muchas reuniones cortas cada semana en lugar de las conversaciones casuales que habría tenido en la oficina.

¿Punto de inflexión?

El momento decisivo para él fue cuando CLSA organizó por primera vez su conferencia anual de inversionistas en Japón en línea. Se desveló preocupándose por fallas técnicas, pero el evento de mayo transcurrió sin problemas. La experiencia “me puso en un estado mental diferente”, dijo Gribbin.

Ahora se levanta a las 3:30 a.m. para leer las noticias antes de trabajar de aproximadamente 5 a.m. a 1 p.m. Luego toma un refrigerio y a veces hace una siesta de 30 minutos, recargándose para la tarde. Es algo que no podría haber imaginado hacer en la oficina.

“Lo que no habría imaginado hace dos meses es que mi efectividad podía ser igual”, dijo Gribbin, quien espera continuar trabajando desde casa dos o tres días a la semana.

Imagen de Junjira Konsang en Pixabay