De la finca a la taza; y de Portland al istmo

De la finca a la taza; y de Portland al istmo




Es un espacio para la creatividad y el café de alta calidad. Y puede definirse así: de la finca a la taza. Se trata de Paddle Coffee, el sueño hecho realidad de un apasionado de este grano aromático, Manuel Alexander Barsallo. “Surgió de una pasión. El café era mi hobbie y me certifiqué como catador en Seattle y como tostador en San Francisco y al regresar me llamó mucho la atención la calidad de la oferta de café que tiene Panamá y muchas veces no se consume en el país. Así que abrimos este lugar para tostar el café que viene directamente de la finca”. En Paddle Coffee se sirve el mismo café que se exporta a Japón como el geisha, con la misma preparación de alta calidad como la haría un barista para ir a una competencia internacional. Esa mística y filosofía atrae a amantes del café que a su vez encuentran en el lugar el ambiente perfecto para crear y desarrollar sus ideas y trabajar remotamente. “Recibimos ingenieros en sistemas, trabajadores freelancers, diseñadores gráficos, fotógrafos independientes, y muchos trabajadores y ejecutivos de la zona industrial de Los Ángeles. En Panamá hay más de 500 trabajadores de empresas que tienen la posibilidad de trabajar en remoto”.

Barsallo cuenta que abrieron el lugar en esta área de la ciudad llena de galpones industriales, para permitir que el movimiento denominado La Tercera Ola del café, transforme y contagie el ambiente. “En Portland, Oregón, en 1999 comenzó un movimiento que trataba de poner este tipo de cafeterías con productos de alta calidad, en zonas de baja densidad y poco comunes. El café es un detonante del cambio urbano. Donde abre una cafetería, poco a poco los comercios alrededor comienzan a cambiar”. Ahora en la zona industrial de Los Ángeles, se despierta ese ritmo con aroma de café.