Airbnb planta ya 5 mil 300 hospedajes en el istmo

Airbnb planta ya 5 mil 300 hospedajes en el istmo




La tecnología cambió la forma en que se comunican  las personas. Cómo  viajan, compran,  conocen, se transportan y se hospedan, por citar algunos ejemplos de este siglo.  Uno de los exponentes mundiales de la llamada economía colaborativa,  Airbnb, la plataforma de alojamientos que conecta anfitriones con viajeros,  ya cuenta en Panamá con 5 mil 300 sitios de hospedaje y apunta a ofrecer nuevos servicios como los tours de experiencias realizados  por  panameños y personas que viven en el istmo para apuntalar el turismo en la ciudad y en el interior.

En medio de la caída en la ocupación hotelera en ciudad de Panamá, que se ubicó en 2018 en 42%, la propuesta de la plataforma tecnológica es sumar y no competir; atraer a más turistas que vivan una experiencia de alojamiento como en casa, resalta  Carlos Muñoz, gerente de campaña, políticas públicas y comunicaciones para el Caribe y Centroamérica de Airbnb.

En 2018, a través de este servicio, se hospedaron en el país más de 90 mil visitantes. Es decir, 65% más que en 2017. Airbnb tiene registrados 3 mil 200 anfitriones en Panamá, los cuales ofrecen unos 5 mil 300 alojamientos, desde una casa entera hasta habitaciones individuales, tanto en la capital  como en el interior.

Más allá del puente de las Américas   registra  50% de las ofertas de estadía. El ingreso promedio de un anfitrión típico en Panamá es de 2 mil 100 dólares al año.

“Este  es uno de los  países de la región que hemos visitado  para ver de qué manera podemos llegar a acuerdos con la Autoridad de Turismo de Panamá y el gobierno para colaborar y promover  más el turismo”, adelanta Muñoz.

El ejecutivo describe la plataforma de Airbnb como un puente de conexión que permite democratizar el turismo y la hospitalidad, y amplía las opciones de alojamiento para los nuevos viajeros, los que buscan salirse de la  formalidad de los hoteles para vivir experiencias únicas.

Precisa que al igual que en otros destinos, la compañía busca promover que las personas vinculadas con ella  ofrezcan en la plataforma servicios propuestas como  tours o recorridos especiales de índole culinaria, fotográfica, baile o de índole  cultural, deportiva y  teatral. En ciudad de Panamá, por ejemplo, tiene anfitriones que ofrecen recorridos fotográficos, clases de salsa o visitas a las terrazas del Casco Antiguo.

El usuario promedio de Airbnb que visitó  Panamá el año pasado tenía 39 años de edad y el 75% de ellos prefiere vivir experiencias como las de un habitante nativo. El 46% de los viajeros fue de otros países de Latinoamérica, 35% de Norteamérica y el resto de Europa y Asia.

“Las visitas a Panamá están dejando una calificación de 4.9 estrellas, que es muy alta en comparación con otros destinos, lo que demuestra el potencial que tiene el país para este servicio”.

Muñoz expresó que la plataforma ha estado dispuesta a llegar a acuerdos relacionados con regulaciones que permitan impulsar el servicio. “Siempre hemos expresado nuestro deseo de apoyar al gobierno y a las autoridades,  y hemos manifestado la voluntad de la plataforma de colaborar con el tema del impuesto hotelero, que son unos ingresos que ayudan a promover el turismo en Panamá”, plantea Muñoz al indicar la intención de firmar un memorandum de entendimiento de buena voluntad para abordar el asunto tributario  con la actual administración.

En caso de que no se concrete, están abiertos a hacerlo con el siguiente gobierno. Además de este acuerdo, la plataforma está dispuesta a compartir los datos del servicio para que las autoridades entiendan cómo se comporta el sector del home share, o del hospedaje compartido, y firmar acuerdos para promover el destino en Airbnb.

El servicio tiene en 81 mil ciudades más de 5 millones de alojamientos y se calcula que para finales de este primer trimestre  la plataforma llegará a más de 500 millones de visitas en los distintos destinos en los que las personas optan por alojarse en hospedajes colaborativos. En la plataforma los viajeros  pueden contratar más de 20 mil actividades turísticas en distintos destinos.

En una época en  que la identidad y el prestigio digital ha tomado tanto poder, el representante de Airbnb refiere que se llevan a cabo procesos de verificación, seguridad y validación de los datos, tanto de los anfitriones como de los huéspedes, para evitar problemas de seguridad que pongan en riesgo a las personas y al servicio.

“Se hace chequeo de antecendentes para saber la identidad de las personas y estamos pendientes de la seguridad de forma constante. Desde la plataforma, los huéspedes y anfitriones cuentan con información para saber cómo minimizar los riesgos y las transacciones financieras se hacen en la plataforma para reducir la posibilidad de fraude y estafa, dado que no hay manejo directo de los fondos”, explica Muñoz, y agrega que cuentan con seguros para  cada reserva contra daños y cualquier incidente que cubren hasta un millón de dólares.

“La generación de los mileniales marca la tendencia de este tipo de servicios de compartir hospedaje. Quieren viajar y vivir como si fueran locales; se salen del turismo convencional”.

Los destinos más buscados en el área de México hasta el Caribe por los usuarios de Airbnb son Monterrey en México, San Juan Puerto Rico, Santos en Brasil, Saint Thomas en Islas Vírgenes en el Caribe.

Muñoz reveló que el futuro de Airbnb es transformarse en una plataforma en que los usuarios  puedan hacer todos los trámites de su viaje. Desde la planificación, compra de pasajes, búsqueda y reserva de hospedajes, paseos, tours y vivir toda la experiencia.

No en vano, uno de los últimos fichajes de la compañía,  fue la contratación de Fred Reid, ex CEO de Virgin America, la aerolínea del multimillonario Richard Branson, que ahora será el líder global de transporte de Airbnb, por lo que no será raro ver un servicio de pasajes aéreos y hasta aerolíneas a través de la economía colaborativa. “Airbnb será una plataforma donde todo lo relacionado con los viajes se podrá realizar en un solo sitio. Estamos desarrollando nuevos productos y experiencias como en el caso del transporte”, adelantó Muñoz.

La disrupción tecnológica sigue y el futuro del turismo también es digital, con experiencias cada vez más reales.