Panamá tiene la oportunidad de crear un centro de innovación para impulsar las fintechs

Las soluciones fintech pueden modernizar al sistema financiero panameño. Elysée Fernández/LP




El crecimiento exponencial del ecosistema Fintech en América Latina y el Caribe demanda que las legislaciones se actualicen y además se creen centros para impulsar más estas innovaciones. La banca tradicional ha tenido que modernizarse y adaptarse con soluciones digitales, los modelos de negocio y soluciones fintech en lugar de competir complementan los servicios financieros e introducen nuevas herramientas para impulsar la inclusión financiera.

Diego Mauricio Herrera Falla, especialista líder de mercados financieros del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), indica que hay ejemplos en la región de países que han creado hub o centros de innovación para impulsar mediante una regulación y facilidades, los desarrollos fintechs, como ha sido el caso de Costa Rica, El salvador y República Dominicana.

Herrera resalta que Panamá en lugar de retos tiene la oportunidad de fijarse en esos modelos y sacarle provecho para agregar más competitividad y ventaja al centro financiero con innovación de economía digital y desarrollos fintechs.

¿Cuáles han sido los avances que han visto en el desarrollo de Fintech en la región?

El ecosistema fintech de América Latina y el Caribe creció 112% desde nuestro último estudio en 2018, para llegar a 2482 plataformas al cierre de 2021. El 80% de las plataformas se concentra en Brasil (31%), y México (21%), seguidos por Colombia (11%), Argentina (11%) y Chile (7%). Hay países cuyo crecimiento destaca y pueden romper esta distribución, como Perú (5%), Ecuador (2%) o República Dominicana (2%). Panamá tiene un gran potencial para ser uno de los países con potencial de disrupción por los cambios regulatorios y el marco institucional y financiero que tiene el país, a pesar de contar con 13 plataformas.

Ahora bien, por segmentos fintech, Pagos y Remesas (23%) y Préstamos (18%) lideran en la región, aunque no muy ampliamente frente a los de Tecnologías Empresariales para Instituciones Financieras (14%), gestión de finanzas empresariales (10%) y personales (7%). Seguros o insurtech (7%) viene creciendo de manera sostenida en los últimos años con una oferta que va más allá de los comparadores y que se enfoca en el ofrecimiento directo de productos. Otros segmentos emergentes que pueden generar un impacto significativo en los años por venir son Bancos Digitales (4%) y Finanzas Abiertas (<1%). El crecimiento es sólido y vemos por primera vez 11 unicornios fintech en la región.


Panamá tiene la oportunidad de crear un centro de innovación para impulsar las fintechs

Diego Mauricio Herrera Falla, especialista líder de mercados financieros del Banco Interamericano de Desarrollo (BID),


¿La pandemia hizo que estas soluciones financieras tecnológicas tuvieran un sentido mayor?

Para nadie es un secreto que uno de los pocos resultados beneficiosos de la pandemia del COVID-19 fue el de la digitalización de muchas de las actividades de la sociedad. Por ejemplo, en la región una gran parte del trabajo se está haciendo desde las residencias de los empleados, utilizando plataformas digitales. Algo muy similar ocurrió con la industria de los servicios financieros, que sigue transformándose con la aparición de plataformas y ecosistemas de pagos de servicios financieros: pagos, crédito, inversiones, seguros, entre otros muchos segmentos. Un catalizador de la digitalización en los servicios financieros fueron las transferencias sociales que llevaron a cabo gobiernos de la región. El impacto es innegable: por lo menos 40 millones de nuevas cuentas de servicios financieros fueron creadas en la región, únicamente teniendo en cuenta los programas de subsidios y transferencias de los gobiernos. Muchos de estos programas se enfocaron en empresas, que se vieron forzadas a formalizarse a través de cuentas en el sistema financiero. Ahora bien, el sector privado no se queda atrás. Por ejemplo, uno de los mayores bancos digitales de la región, basado en Brasil, llegó a originar más de 30 millones de cuentas de servicios financieros digitales entre 2020 y lo corrido de 2021.

Este choque de oferta de servicios financieros digitales tiene como fundamento la demanda. Los consumidores financieros, ante la amenaza que supone la exposición física, entre otros motivos, prefieren realizar transacciones como pagos, transferencias, y solicitudes de crédito, a través de canales digitales. Por ejemplo, en Colombia, de acuerdo con datos de la Superintendencia Financiera de Colombia, el 60% de las transacciones financieras se está llevando a cabo a través de canales digitales como teléfono móvil, internet, o inclusive mecanismos telefónicos de audio-respuesta. Es decir, la demanda cambió y como efecto de ello, cambió la oferta.

¿Qué retos ven en Panamá que es un hub financiero para que existan más fintech?

Más que retos, se ven oportunidades. El sector financiero panameño responde a las necesidades del sector real nacional e internacional con el sector financiero más activo de la región de América Central. Desde esta perspectiva, varios de los pasos se han dado, con las emisiones de regulaciones y proyectos regulatorios encaminados al sector fintech. Esos avances se reflejan en nuestro FintechRegMap

La creación de un Hub de Innovación, como lo hicieron Costa Rica, El Salvador, y República Dominicana, en donde todas las autoridades financieras tienen una herramienta digital conocida, regulada, y única para hablar con los emprendedores, es el paso siguiente para el país. Es fundamental para las autoridades entender los modelos de negocios, tecnologías subyacentes y el funcionamiento de las fintech, el hub responde a la necesidad y es una gran oportunidad para fomentar las finanzas digitales en Panamá.

¿Están las fintech ayudando a transformar la banca y de qué manera?

Las fintech están ayudando a transformar la banca a través de la competencia y la colaboración desde modelos de negocio basados en plataformas tecnológicas que ofrecen servicios tecnológicos digitales, con menor fricción y costos, con modelos de negocio innovadores. Un ejemplo concreto del impacto se relaciona con los servicios Fintech para las MiPyME. Recordemos que la brecha de financiamiento para las MiPyME es del 30% del PIB regional. Por ejemplo, las plataformas de financiamiento en línea, con nuevas técnicas y fuentes de información para evaluar el riesgo crediticio, han expandido el acceso a financiamiento de las MiPyME mientras que la existencia de soluciones para pagos y herramientas digitales para lograr un mejor desempeño financiero empresarial facilitan la digitalización y formalización de estos negocios. Concretamente, de acuerdo con un estudio que publicó el BID con el Centro de Finanzas Alternativas de la Universidad de Cambridge, la región alcanzó $5,270 millones en originaciones desde las plataformas de crowdfunding o finanzas alternativas para 2020, lo que representa un crecimiento de 191% en comparación con 2018 ($1,810 mil millones). El 86% de este volumen se destinó a MiPyMEs. Los modelos basados en deuda explican la mayor parte de este comportamiento, representando un volumen total de $ 4,700 millones y una tasa de crecimiento de más más del 177% desde 2018. Las plataformas de Finanzas Alternativas parecen ser una alternativa viable para financiar a las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas, que son el 95% de sus clientes comerciales. En nuestro estudio señalamos además cómo este es el segmento de mayor participación con el mayor crecimiento. Es decir, el negocio de crédito, central para los Bancos, cambia con estas innovaciones.

Por otra parte, vale decir que las fintech están llevando a cabo una relación de competencia y colaboración, o coopetencia, como lo llaman algunos. En nuestro estudio mostramos como el 45% de plataformas fintech llevan a cabo alianzas comerciales con los bancos y otras entidades del sector financiero, integrándose a la cadena de valor como proveedores o clientes de las instituciones financieras. Las barreras entre el sector fintech y el sector tradicional empiezan a difuminarse globalmente y en la región.

En temas como las remesas, ahorros y créditos, ¿cuáles son los avances en términos de Fintech que ven en Centroamérica y en Panamá?

[Respuesta: Diego Mauricio Herrera Falla] En pagos y remesas, se empiezan a ver avances como resultado de la utilización de mecanismos de pagos digitales. Este sector alcanza más del 31% a nivel de América Latina y el Caribe y es la mayoría del sector en América Central. De acuerdo a nuestros datos, el 75% de las plataformas fintech en América Central pertenecen a este sector. Para el caso centroamericano, hablamos principalmente de plataformas que le prestan servicios al sector financiero tradicional, pero también muchas de ellas lo hacen directamente con los consumidores financieros. Muchas de estas plataformas se constituyen en la puerta de entrada para el ahorro y el crédito para individuos y empresas. El impacto en ahorro y crédito, sin embargo, es todavía pequeño por razones regulatorias y de escala.

¿Creen que hace falta más regulación al sector? en Panamá y la región

Es importante la generación de políticas públicas que combinen el diálogo y el fomento del sector con su crecimiento ordenado y regulado. Como lo mencioné antes, resulta fundamental el impulso que pueden dar innovaciones regulatorias como los hub de innovación, para ecosistemas que están empezando a surgir, como es el caso de la mayoría de los países de América Central. Por ejemplo, el Hub de Innovación suele ofrecer un diálogo entre la empresa innovadora y la agencia regulatoria, que puede ocurrir en pasos iterativos. Durante el diálogo el empresario innovador se familiariza con los requisitos legales y regulatorios y analiza de qué manera la innovación está o no alineada con los objetivos regulatorios. Por su parte el regulador conoce las tecnologías subyacentes y los modelos de negocio de las innovaciones financieras. El hub no da licencias, no es un mecanismo formal, no permite el veto a la innovación.

Por otra parte, si el sector empieza a crecer y las autoridades perciben que las plataformas generan uno de tres problemas: i. riesgos idiosincráticos o sistémicos (incluidos los de lavado de activos y financiamiento al terrorismo); ii. vulneración a la competencia, concurrencia, o eficiencia en el sector financiero; iii. afectación a los derechos de los consumidores financieros, entonces, es momento de regular. Se debe regular cuando un análisis de costos y beneficios desde por lo menos estas tres perspectivas lo justifique. De nuevo, es fundamental la capacidad institucional: el entrenamiento de los reguladores, la utilización de tecnologías, y el desarrollo de áreas dedicadas que entiendan al sector.

Enlace publicación: www.iadb.org/Fintech2022

Enlace Plataforma Mapa de Regulaciones de Fintech para América Latina y el Caribe: www.iadb.org/FintechRegMap

Katiuska Hernández

Reportera economía y Martes Financiero. Equipo multimedia.
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