Panamá, en el rescate de Venezuela

Panamá, en el rescate de Venezuela




Los ojos del mundo están sobre Venezuela. El proceso de cambio liderado por el presidente interino Juan Guaidó, quien preside a su vez la Asamblea Nacional de ese país, tiene al sector económico y financiero local e internacional en expectativa sobre cuál será la hoja de ruta para salir de la crisis.

En 2018 la hiperinflación de Venezuela estuvo cerca de una aceleración de 2,000.000%, y para este año el Fondo Monetario Internacional estima que llegue a 10,000.000%; con un aparato productivo desmantelado en más de 50%; la caída acentuada de la producción petrolera; y una crisis humanitaria que ha llevado a más de 3.4 millones de venezolanos a salir de su país. Esta tendencia migratoria se profundizó desde 2015, según cifras de la ONU.

Con ese escenario como telón de fondo, Fabiola Zavarce, embajadora designada por Guaidó, traza el camino del denominado plan de rescate para ese país. Una transición en sentido estricto, no sin antes aclarar que este proceso se activará una vez que “cese la usurpación de la administración de Nicolás Maduro”.

Frente a un grupo de empresarios venezolanos y locales que hacen vida en el gremio Venezuelan Business Club Panamá, (VBC), Zavarce precisó que se necesitará de la ayuda de Panamá y su poder logístico, financiero y comercial para atender las necesidades de emergencia de la economía venezolana mediante el suministro de bienes, insumos y capital de trabajo para iniciar la reconstrucción productiva del país suramericano.

“Panamá juega un papel importante como hub humanitario de las Américas. El apoyo del Gobierno es fundamental. La vicecanciller ya nos recibió. Ese es el primer paso. Se recibieron nuestras credenciales y estamos en el proceso de ser aceptadas por el presidente Juan Carlos Varela y seguiremos la institucionalidad. Pero mientras tanto estamos trabajando, sumando la logística para la ayuda y el envío de insumos”.

Panamá, en el rescate de Venezuela

Panamá, en el rescate de Venezuela

Zavarce detalló el “Plan País: la Venezuela que viene”, que busca aglutinar esfuerzos para recuperar la economía. “En este plan es vital la participación de empresarios venezolanos y panameños para restaurar rápidamente el suministro de bienes y servicios y reconstruir el aparato productivo”.

Sostuvo que una de las primeras tareas del gobierno de la transición es honrar las deudas pendientes con los proveedores internacionales, como los de la Zona Libre de Colón, con quienes están dispuestos a sentarse a negociar y revisar los asuntos pendientes. “Con la nueva Venezuela van a restablecerse todos los negocios que se cerraron. Estamos proyectando una importación grande de insumos. Vamos a necesitar que toda la maquinaria para reconstruir el país pase por el Canal de Panamá para restablecer el tejido industrial, igualmente se requiere apoyo del sistema financiero”.

La diplomática del gobierno de Guaidó precisó que se aplicarán medidas para detener lo más rápido posible la hiperinflación, reactivar la economía y aplicar una nueva política petrolera que incorpore nuevos programas sociales para atender la pobreza y desnutrición que vive la población de esa nación.

Asegura que las propuestas fueron elaboradas en consenso con representantes de la sociedad civil, los gremios, de la academia y de sectores económicos, sociales y políticos venezolanos. “Queremos generar confianza y seguridad jurídica para el empresario local y para atraer esa inversión extranjera que se fue”.

Precisó que se trata de un plan con áreas concretas en materia política y económica, para garantizar el acceso a los servicios públicos. Y en materia social y petrolera, entre otros para restablecer el orden institucional. “Se buscará desmontar los controles derivados de diversas leyes que restringen las más elementales reglas de libertad y competencia y se adoptarán medidas que estimulen la confianza y la producción”.

Zavarce indicó que hay servicios tan vitales como la electricidad y el acceso a agua potable que deben restablecerse y que serán sometidos a una emergencia para poder lograr a acuerdos público-privados para recuperar su infraestructura y funcionamiento.

Explicó que en el área social la prioridad es superar la compleja emergencia humanitaria y de salud. Mientras que en el asunto petrolero se restaurará y redimensionará la industria estatal Petróleos de Venezuela, que seguirá siendo una empresa del sector público. “Se quiere volver a atraer la inversión privada internacional para permitir que las actividades de exploración y explotación sean realidad por empresas internacionales de capital privado, manteniendo la propiedad de la Nación sobre los yacimientos de hidrocarburos”.

La embajadora encargada dijo que el acuerdo en política económica busca recuperar el poder adquisitivo de la población y que se estabilice la economía a través de asistencia financiera extraordinaria, con préstamos de organismos multilaterales y la reestructuración de la deuda externa.

José Gonzales, economista y asesor financiero de GCG Advisors, sostuvo que aunque el camino para la recuperación económica es largo para Venezuela, por el deterioro en el que está el aparato productivo y petrolero, será clave la reestructuración de la deuda que suma más de 140 mil millones de dólares. Igualmente indicó que pese al escenario, siempre es positivo mantener las inversiones en bienes inmuebles y para países como Panamá; estar preparados para proveer los bienes e insumos que se requerirán en el mercado venezolano, lo cual puede beneficiar a sectores comerciales como la Zona Libre de Colón.

“La clave para Venezuela es que este proceso de cambio político es irreversible. Sin embargo, la destrucción del aparato productivo, financiero y petrolero amerita medidas de emergencia económica urgentes. De un producto interno bruto que llegó a ser de cerca de 370 mil millones de dólares, hoy es menos de 75 mil millones de dólares. Y el consenso entre los economistas es que recuperar los niveles de producción del país al año 2012 tomará 10 años si se comienza a crecer 5% cada año. Mientras que volver a los 3 millones de barriles diarios tomará también casi una década”, explicó Gonzales.

Reynaldo Díaz, presidente del VBC Panamá, indicó que es fundamental como empresarios saber el pulso de las proyecciones económicas en Venezuela, dado que surgirán nuevas oportunidades tanto para los nacionales de ese país que invierten en el istmo como para los panameños. “Lo que estamos viendo es que muchos empresarios están claros en que surgirán nuevas oportunidades y creemos que la recuperación de Venezuela generará confianza para los inversionistas”.

Díaz indica que la visión empresarial de los venezolanos en Panamá es continuar con las inversiones en el istmo y crear nuevas sinergias y acuerdos para contribuir con la reactivación de Venezuela, donde el istmo será un puente, un canal de acceso.