Telered se encarrila hacia el futuro

Telered se encarrila hacia el futuro




Todos los días se registran 548 mil transacciones en la plataforma de servicios electrónicos de Telered. En el año son alrededor de 200 millones de operaciones casi invisibles pero que funcionan con la suficiencia exigida a un sistema de pagos sin el cual encallarían 40 bancos, el comercio local y al menos 2 millones de tarjetahabientes.


La compañía panameña se encarga de las bambalinas que posibilitan el intercambio de bienes y servicios. A diferencia de otros países donde las transacciones económicas son asumidas por diversos agentes de reparto, Telered se responsabiliza del dinero plástico bajo la marca Clave; gestiona los puntos de venta dispuestos en comercios; atiende cajeros activos; procesa el 70% de todos los cheques; y permite el funcionamiento de los ACH (en inglés Automated Clearing House, o Cámara de Compensación Automatizada), que tiene como fin el procesamiento de grandes volúmenes de transacciones de crédito y débito. Este último rol incluye transferencias de depósitos y pagos de nómina y proveedores.

Telered se encarrila hacia el futuro

Telered se encarrila hacia el futuro

“Telered concentra toda esta gama de transacciones, y esa es una ventaja enorme que no tienen el resto de los países”, destaca Alexander Acosta, el nuevo gerente general de la compañía. Exbanquero y experto en el desarrollo de aplicaciones o app, además de conocedor de los comportamientos del comercio regional, Acosta asume las riendas de una compañía cuyo posicionamiento se sustenta en más de 25 años de servicios y que sin embargo se volvió insuficiente ante la avalancha de cambios anunciada en el horizonte.

Un periodo impulsado por ahora con los avances tecnológicos y las necesidades de la industria financiera y los comportamientos de las nuevas generaciones. Un ciclo de transformaciones con otros competidores especializados en pagos electrónicos y presencia en Panamá. Tales realidades explican la llegada de Acosta a la gerencia general de Telered en un quinquenio en el cual, revela él, la compañía invertirá 50 millones de dólares.

“Me convencieron de venir a Panamá dos aspectos ‘puntuales’: el reto de transformar en los próximos cinco años a la banca, directriz que me trazaron en las entrevistas finales antes de mi elección; y el compromiso y el apoyo de las entidades bancarias para hacer este cambio. Me dijeron: ‘Cuenta con que nosotros vamos a apoyar esta transformación desde la banca, pero necesitamos que alguien venga y nos ayude”. A propósito, Telered fue fundada, entre otros asociados, por Banco General, Banco Nacional de Panamá, Banco del Istmo, el Citi, Pribanco, BNP Paribas, Banco Atlántico y Chase Manhattan Bank.

Panamá se encuentra en las últimas posiciones en la escala de etapas de madurez digital, medición por urbes contenida en el estudio Ciudades sin efectivo, elaborado por VISA. Según este análisis, la capital de nuestro país se caracteriza por centrarse en el uso de efectivo, tiene poca disponibilidad para la adopción de dinero plástico, escasean los pagos digitales y existe un alto porcentaje de población no bancarizada. En este contexto, ciudad de Panamá está en la misma categoría de una buena parte de urbes africanas y otras de América Latina, como Buenos Aires, Bogotá, Monterrey o Santo Domingo.

“Queremos generar un ecosistema en el que las transacciones crezcan para la banca y que el cliente final tenga a su disposición todas las opciones posibles, mas no limitadas, como sí ocurre en varios países”. Acosta sostiene que la junta directiva de Telered quiere que la compañía dé el paso siguiente según los requerimientos del mercado.

Explica esta decisión con el símil de tenerse ya una autopista “buena” de cuatro carriles, dos en cada dirección, y de funcionamiento perfecto. “Pero Panamá empezó a crecer y esos cuatro paños se quedaron corticos. Empezamos a ver tranques o caímos en la cuenta de la ausencia de salidas donde es necesario que existan. Entonces debe irse muy lejos para llegar al destino que se quiere”.

Una comparación de datos entre el presente año y 2016 permite cuantificar el crecimiento aludido por Acosta. Hace dos años, Telered tenía en circulación un millón 600 mil tarjetas Clave, y hoy sobrepasa los 2 millones. Estos plásticos eran aceptados en más de 25 mil terminales dispuestas en los puntos de venta, y en la actualidad aquella cifra asciende a 56 mil. Funcionaban en mil 900 cajeros electrónicos, y ahora operan en, al menos, 2 mil 200.

Los nuevos propósitos de la compañía se sentirán en esferas afines a su funcionamiento. El ensanchamiento de los carriles o la construcción de otros debe fomentar la formalización de la economía panameña. Aumentar, por ejemplo, el estándar de bancarización. “Haremos crecer este índice, porque se abrirán múltiples opciones [de servicio] sobre un mismo riel”. En la autopista se integrarán variables acordes con el perfil de los conductores. “Habrá espacio para quienes van rápidamente; para el que quiera pagar todos los peajes; para quien desee evitarlos y vaya en cambio por la carreterita. La meta es que la autopista esté bien armada y se conecte con otras”.

El primer obstáculo, tal vez el más importante, por vencer en esta obra de la ingeniería de sistemas es el dinero en efectivo. Las tarjetas de crédito y débito ven en el circulante un antagonista capaz de impedir la articulación de tantos buenos propósitos. En Panamá, más del 95% de las transacciones se hace en efectivo. La plata en el bolsillo repercute negativamente en la seguridad de las personas. Desbalancea los presupuestos familiares. Reduce las perspectivas de venta de los comercios. Genera los sobrecostos de las transportadoras de valores. Aumenta el mantenimiento de los ATM.

Punto de quiebre

Telered llegó también a este estadio de modernización construido con los avances de la banca panameña. La compañía no podía ser inferior ante la proliferación de aplicaciones móviles. Frente a las expectativas de los clientes de los servicios financieros. La industria, reconoce Acosta, ha introducido componentes para hacerse más cercana a los usuarios.


Telered se encarrila hacia el futuro

Telered se encarrila hacia el futuro

“Si uno profundiza en [la actividad de] los bancos, cae en la cuenta de que han creado áreas de innovación supremamente grandes. Han incorporado

tecnología y desarrollos que se traducen en una banca móvil más eficiente”. Los adelantos se aprecian en la puesta en marcha de conceptos como las billeteras electrónicas o el sistema sin contacto (contact–less), y que unidos unos con otros le envían al mercado panameño el mensaje concluyente de haber llegado “al punto de quiebre de un proceso de transformación no visto en años”.

La mejor manera de evitar el rezago será entonces la expansión de la autopista a una de muchos más carriles y adecuada con las salidas precisas según las necesidades del mercado. A partir del próximo año se apreciará la revolución anunciada en los pagos instantáneos a través de las transacciones en ACH. Se sumarán nuevas categorías de comercios a la red. Podrán pagarse directamente servicios, como los de salud, con una transferencia de fondos previa al inicio de la consulta, y no esperar 24 horas a que se haga realidad el pago. Se simplificarán los trámites para obtener una tarjeta Clave.

En el centro de toda esta trama evolutiva estará el cliente final. El usuario de los servicios financieros. Acosta se refiere al poder de los tarjetahabientes de poder controlar y “parametrizar” sus operaciones electrónicas. Que puedan hacer un manejo óptimo en el momento de honrar el pago de los servicios básicos domiciliarios. O cuando vayan al supermercado o adquieran un producto para el hogar. Y que si es del caso definan de antemano qué porcentaje destinarán a shopping por internet con la misma tranquilidad de cuando acuden a un centro comercial.

“Por lo general la gente no utiliza la tarjeta débito en compras on line debido a la limitación de un pin y por ende a la restricción del acceso a este tipo de operaciones, sino que al final siente que le están tocando su platica”. Según el comportamiento observado por Acosta, de las personas en plataformas como Amazon, las compras gozan de una especie de tranquilidad sobre la base de hacerlas con una línea de crédito, y porque existe un seguro ante cualquier eventualidad y se dejan intactos los recursos para los compromisos periódicos.

“Nosotros debemos darle al tarjetahabiente la oportunidad de ‘parametrizar’ sus compromisos y que pueda decir: quiero usar esta tarjeta en pagos no presentes por un monto máximo de equis cantidad de dinero, digamos 10 dólares; y que sepa que no será víctima de un fraude. Que sepa que podrá usar su plástico de débito para pagar un Uber, y así nos iremos diferenciando” de las otras franquicias como Visa, Mastecard o American Express.

Las nuevas posibilidades de Telered se enmarcan en los estándares de seguridad certificados periódicamente de acuerdo con la norma PCI DSS (Payment Card Industry Data Security Standard), fundada por Visa, Mastercard y otras redes globales. “Nuestros componentes transaccionales tienen un grado de seguridad y de encriptación suficiente que impide la vulneración de nuestra red de servicios”. Con este proceso continuo seguirá, dentro de un desarrollo de cambio tecnológico, la inclusión de herramientas de monitoreo, control y prevención del fraude.

La ampliación de la autopista de Telered estará a la altura del dinamismo impuesto ya por la banca. “Nosotros lo que tratamos es de habilitarles a todas las instituciones una capa básica para atender a la población, y de allí que ellas empiecen a generar una diferenciación”.

A marcar distancias competitivas basadas en la evolución de sus negocios con tasas de interés mediante productos, préstamos, etcétera. “Que yo como usuario sepa que si estoy en determinado banco puedo entrar a un cajero y pagar mis servicios de facturas o multas o recargar mi Panapass. Son las opciones que me presenta el ecosistema”.

Un ecosistema habilitado por Telered a través de su autopista multicarril, con salidas y entradas al gusto del tarjetahabiente.