Los viajes retornan con más fuerza en la región de América Latina y el Caribe

La ocupación de los vuelos en la región está en promedio en 72.6% según cifras de la IATA al cierre de agosto de este año. Los viajes por turismo o para visitar a los familiares son los que más se han reactivado. Foto: Reyna Katiuska Hernández




Las fronteras aéreas comienzan a abrirse en América Latina y el Caribe. Salvo algunos países como Argentina y Chile que mantienen ciertas barreras a los viajes y al ingreso de los turistas, la mayoría de los mercados en la región han permitido el libre flujo de pasajeros nacionales e internacionales con medidas como la presentación de pruebas negativas de Covid-19, antes de abordar y al llegar en algunos casos, e incluso como en el caso de Panamá si los pasajeros están completamente vacunados pueden ingresar sin requisitos sanitarios adicionales.

En promedio el tráfico aéreo está 65% en comparación con los niveles de 2019 o prepandemia según los cálculos de la Asociación Latinoamericana y del Caribe de Transporte Aéreo (ALTA) y la ocupación de los vuelos llegó en agosto a 72.6%, indicó también la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA).

“La región vuelve a retomar los viajes porque muchos países quitaron regulaciones innecesarias y otros mantuvieron los cielos abiertos. Ahora más que nunca las personas quieren viajar en nuestra región porque aquí está la naturaleza y si tenemos los protocolos y se puede viajar seguro es el momento de aprovechar”, sostuvo José Ricardo Botelho, director ejecutivo de ALTA.

Precisa que la conectividad se ha restaurado casi en su totalidad en mercados como el de México y Brasil que no cerraron sus operaciones en los meses más crudos de la pandemia, y otros que aunque sí paralizaron la aviación comercial, muestran a la fecha cifras de crecimiento como Colombia y Panamá así como otros mercados como Perú, Costa Rica y en el Caribe en general.



“Es fundamental que todos los países armonicen las medidas y exigencias de los pasajeros con los protocolos sanitarios que permitan el flujo continuo de pasajeros”, plantea el directivo de ALTA.

Tanto ALTA, como Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) y el Consejo Internacional de Aeropuertos (ACI por sus siglas en inglés), coinciden en que la recuperación de los viajes domésticos se dará entre 2022 y 2023 mientras que la restitución por completo de los viajes internacionales a los mismos niveles o números de 2019 se podría concretar para 2024.

“Nuestro pronóstico apunta a que el regreso de los vuelos internacionales será en 2024 y el doméstico entre 2022 y 2023. En México la demanda del tráfico aéreo ya ha vuelto, pero en países como Chile la recuperación es más lenta por las restricciones que han tenido para los viajes. Todo dependerá del levantamiento de las cuarentenas y comportamiento del virus. pero esperamos que tanto en América Latina como a nivel global, si surgen nuevas variantes del virus, los países no hagan cierres de fronteras ni impongan restricciones”, insistió Peter Cerdá, vicepresidente de la IATA para las Américas.

El gremio aeronáutico mundial que se reunió a principios del mes de octubre en la Asamblea Anual de la IATA en Boston, planteó que el regreso de las aerolíneas a cada país, dependerá de las flexibilizaciones de las medidas sanitarias para reanimar la demanda de pasajeros. “La recomendación es que se tomen decisiones técnicas para que las personas tengan seguridad para volar”, agrega Botelho. Hay cierta reserva cuando autoridades sanitarias pretenden controlar los aeropuertos sin coordinar con los técnicos y expertos en materia aeronáutica y de la industria. Por lo que insisten en que debe hacerse de forma coordinada y seguir los protocolos existentes y fijados por la La Organización de Aviación Civil Internacional es una agencia de la Organización de las Naciones Unidas

Por su parte Cerdá precisa que ante la falta de coordinación que se ve entre un país y otro en cuanto a las medidas y requisitos que se exige para viajar, el llamado es a buscan conciliar estas políticas para recuperar la confianza de las personas sobre la seguridad de retomar los viajes aéreos.


“Debemos evitar que las operaciones aéreas cierren. Las cuarentenas no son una solución y la aviación es segura, no es un vector de contagios”, Peter Cerdá, vicepresidente de la IATA para las Américas.



Tareas pendientes

Para el director de ALTA la región debe seguir trabajando en la mejora de la infraestructura aeroportuaria para que soporte el crecimiento futuro de la demanda de pasajeros. Países como Perú y Colombia deben trabajar en ampliar sus aeropuertos y vías de acceso a las terminales, Panamá debe retomar el rediseño del espacio aéreo, y México debe aclarar la operatividad del sistema aeroportuario que se configura en Ciudad de México con la propuesta de tres terminales AICM, Santa Lucía y Toluca.

“La demanda regresará y esperamos que la infraestructura soporte este incremento porque hemos perdido algunos puntos de conexión pero seguramente se recuperará pronto”.

Otro punto pendiente es la reducción de costos. “América Latina es la única región del mundo donde no hubo una ayuda financiera ni a las aerolíneas ni a los aeropuertos, entonces hay que trabajar de forma conjunta por recuperar la economía de la industria pero sin incrementar los costos”, apunta Botelho.

Insiste en que se bajen los costos, porque las pérdidas que ha tenido el sector son inmensas y exhorta a que no se impongan nuevos impuestos a las aerolíneas.

Otro reto es acelerar los planes en beneficio del medio ambiente y hacer de la aviación una industria sostenible. Los gremios de la industria aérea indican que ante el compromiso que se hizo para lograr cero emisiones de carbono para 2050 debe trabajarse en conjunto en el tema de los combustibles sostenibles tanto gobiernos como las aerolíneas.

Peter Cerdá de la IATA indica que es fundamental que los gobiernos de la región apoyen en materia de regulaciones, incentivos e inversiones para que se pueda llevar a cabo ese plan a favor del medio ambiente como lograr combustibles sostenibles. “Casi todas las compañías aéreas de América Latina se han comprometido para implementar programas de sostenibilidad en sus operaciones”.

Impactos en la industria

Este año las aerolíneas de América Latina y el Caribe registrarán pérdidas por 5.6 mil millones de dólares y para 2022 se espera que alcance los 3 mil 700 millones de dólares según la IATA.

“La mayoría de los mercados de la región están abiertos, pero con algunas excepciones notables (Argentina, por ejemplo). La fortaleza del mercado estadounidense-latinoamericano será un factor importante que contribuirá a la mejora. Los costos de reestructuración significativos a medida que las aerolíneas de la región se ajustan a las nuevas realidades comerciales afectarán el desempeño financiero, lo que mantendrá a la región en una pérdida colectiva”, alertó el CEO de la IATA Wllie Walsh, quien además se quejó de que los aeropuertos pretenden subir los costos a las aerolíneas.

El director general de la ACI, Consejo Internacional de Aeropuertos, Luis Felipe de Oliveira, contestó que hay aeropuertos que obedecen a regulaciones de los gobiernos y no son todas las terminales aéreas que están en esa situación y recalcó que por la pandemia los aeropuertos del mundo perdieron más de 125 mil millones de dólares en 2020. “Se perdieron en promedio 60% de todos los ingresos brutos totales de los aeropuertos y este año la expectativa es que se cerrará con cerca de 80 mil millones y 90 mil millones de dólares en pérdidas. Los aeropuertos viven no solo de las operaciones de vuelos, sino del movimiento de pasajeros, del consumo que hacen los viajeros dentro de los aeropuertos y aun el volumen de la demanda de viajeros no se ha recuperado del todo para generar ganancias”, planteó al indicar que normalmente las tarifas que pagan las aerolíneas por el uso de los aeropuertos no cubren los costos de operación de esos establecimientos.

Comenta que con excepción de los aeropuertos de Estados Unidos, el resto de las terminales aéreas no recibieron ayudas financieras de los gobiernos. “Esperamos poder recuperar la industria en su conjunto. Buscar soluciones de forma concertada. Los aeropuertos agregan el 60% de los trabajadores que genera el sector”, agregó el director general de la ACI al indicar que más de 70% de los aeropuertos ayudaron a las aerolíneas al no cobrar los estacionamientos, suspender algunos pagos, flexibilizar algunos costos.



De Oliveira explica que pese al cierre y al confinamiento en los peores meses de la pandemia, los aeropuertos tuvieron que mantenerse abiertos por el transporte humanitario, de carga, medicamentos y otras operaciones, pese a que no estaban los vuelos comerciales. “No importa que fuera un avión o varios, las operaciones seguían. Esto generó que jugarán un papel muy importante los aeropuertos, pero así mismo se generaron costos y pérdidas”, expresó De Oliveira.

Recalcó que los aeropuertos no tienen el poder de abrir o cerrar por sí mismos, sino que obedecen a los lineamientos de las autoridades gubernamentales. “Estamos trabajando para que retorne lo más pronto posible al 100% todas las operaciones del transporte aéreo global”.

El vicepresidente de la IATA, Peter Cerdá, por su parte recordó que antes de la pandemia la industria de la aviación contribuía con 187 mil millones de dólares a la economía y el producto interno bruto de América Latina y el Caribe y generaba 7.6 millones de empleos.

“Para lograr esto, no podemos volver a un entorno anterior a 2019 cuando la industria se enfrentaba a altos costos operativos, restricciones de infraestructura y un marco regulatorio que a menudo no se ajustaba a las mejores prácticas internacionales”, sostuvo Peter Cerdá.

Viajeros quieren viajar con libertad

Willie Walsh, director general de IATA, recordó que el virus de la Covid-19 no va a desaparecer, por lo que se debe establecer una forma de gestionar los riesgos y aprender a viajar de forma segura con esta realidad.

Según una encuesta a 4,700 viajeros en 11 mercados realizada para la IATA en septiembre, la mayoría de las personas manifiesta que tienen confianza en que los riesgos de Covid-19 se puedan manejarse de manera efectiva y se restablezca la libertad para viajar alrededor del mundo.

Puntualmente el 67% de los encuestados considera que la mayoría de las fronteras de los países deberían abrirse en este momento, 12 puntos porcentuales más que la encuesta de junio de 2021. Esto principalmente a que se ha acelerado la vacunación y la inmunidad comienza a ser una realidad en varios países.

Igualmente el informe indica que el 64% de los encuestados manifestó que los cierres de fronteras son innecesarios y no han sido efectivos para contener el virus. Para el 73% de los entrevistados su calidad de vida está sufriendo como resultado de las restricciones de viaje por la crisis sanitaria causada por el virus de la Covid-19.

“La gente está cada vez más frustrada con las restricciones para viajar impuestas por la Covid-19 y, como resultado, han visto empeorar más su calidad de vida. No ven la necesidad de restricciones de viaje para controlar el virus. Y se han perdido demasiados momentos familiares, oportunidades de desarrollo personal y prioridades comerciales. En resumen, extrañan la libertad de volar y quieren que se restaure. El mensaje que están enviando a los gobiernos es: La Covid-19 no va a desaparecer, por lo que debemos establecer una forma de gestionar los riesgos mientras vivimos y viajamos normalmente “, insistió Willie Walsh, director general de IATA.


Los viajes retornan con más fuerza en la región de América Latina y el Caribe

Willie Walsh, director general de IATA, aboga porque se eliminen las barreras para viajar.


Las medidas de cuarentenas para los viajeros, es uno de los factores que más rechazan las personas cuando se trata de regulaciones. El 84% de los encuestados indicó que no viajarán si existe la posibilidad de que sean puestos en cuarentena en su destino y abogan porque esta medida sea eliminada.

Con las tasas de vacunación aumentando a nivel mundial, el 80% de los encuestados está de acuerdo en que las personas vacunadas deberían poder viajar libremente en avión. Sin embargo, hubo fuertes opiniones en contra de hacer de la vacunación una condición para viajar en avión como único requisito. El informe de la IATA refiere que dos tercios de los encuestados consideraron que es moralmente incorrecto restringir los viajes solo a aquellos que han sido vacunados. Más del 80% de los encuestados cree que las pruebas antes de viajar en avión deberían ser una alternativa para las personas que no tienen acceso a la vacunación. Pero a su vez plantean que los costos de estas pruebas también representan una restricción en sí.

Si bien el 85% está dispuesto a someterse a la prueba si es necesario en el proceso de viaje, persisten varios problemas:

El 75% de los encuestados indicó que el costo de las pruebas es una barrera significativa para viajar.

El 80% cree que los gobiernos deberían asumir el costo de las pruebas.

El 77% ve el inconveniente de las pruebas como una barrera para viajar

“Aquí hay un mensaje para los gobiernos. La gente está dispuesta a hacerse la prueba para viajar. Pero no les gusta el costo o las molestias. Ambos pueden ser abordados por los gobiernos. La fiabilidad de las pruebas rápidas de antígenos está reconocida por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Una aceptación más amplia de las pruebas de antígenos por parte de los gobiernos reduciría los inconvenientes y los costos, costos que el Reglamento Sanitario Internacional de la OMS estipula que deben ser sufragados por los gobiernos. También está claro que, si bien las personas aceptan las pruebas y otras medidas, como el uso de máscaras, según sea necesario, quieren volver a formas más normales de viajar cuando sea seguro hacerlo “, dijo Walsh.

El CEO de la IATA indicó que el mensaje es claro: “La gente quiere viajar. El 86% espera viajar dentro de los seis meses posteriores al final de la crisis. Con Covid-19 volviéndose endémico, las vacunas están ampliamente disponibles. La gente también nos dice que tiene confianza para viajar. Pero lo que nos dicen los que han viajado es que las reglas son demasiado complejas y el papeleo demasiado oneroso. Para asegurar la recuperación, los gobiernos deben simplificar los procesos, restaurar la libertad de viajar y adoptar soluciones digitales para emitir y administrar credenciales de salud para viajes “, dijo Walsh.

Katiuska Hernández

Reportera economía y Martes Financiero. Equipo multimedia.
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