La banca marcha al ritmo del consumidor en pandemia

La banca marcha al ritmo del consumidor en pandemia




La dinámica del sistema financiero cambió y se adaptaron productos y soluciones al usuario digitalizado. Soledad Rovira, gerente general de Scotiabank Panamá revela los retos de la banca local.

El sector financiero aceleró su transformación digital en medio de la pandemia. La mayoría de las instituciones bancarias panameñas adaptaron sus productos y soluciones para responder a la necesidad de un consumidor que requería atención digital.

Soledad Rovira, gerente general de Scotiabank Panamá, precisa que uno de los aspectos positivos de la crisis sanitaria fue justamente ese proceso digital que llevó a la banca a adoptar cambios novedosos en poco tiempo.

Precisa que en el caso de Scotiabank tenían dos años invirtiendo en nuevas tecnologías para digitalizar procesos. “Por la pandemia adelantamos el lanzamiento de una nueva aplicación móvil que no solo le permite a los clientes acceder a nuevos servicios, sino también tener una atención remota”. Otro paso fue aplicar el trabajo remoto al 60% de los trabajadores, para mantener el distanciamiento de los empleados en las oficinas.

Flexibilización

Con la pandemia uno de los retos de la banca fue mantener la salud financiera a la vez que elaborar un plan de atención a la medida de los clientes afectados. Rovira destaca que la banca panameña fue proactiva en atender desde el inicio los casos y proponer soluciones antes de que se promulgara la ley de la moratoria y el nuevo acuerdo de alivio financiero hasta el 30 de junio de 2021.

La banca marcha al ritmo del consumidor en pandemia

La banca marcha al ritmo del consumidor en pandemia

“Dada la situación de pandemia, el cierre de muchas empresas y la cantidad de clientes afectados el sistema bancario reaccionó de forma favorable dando prórrogas y flexibilizando los pagos”.

Detalla que Scotiabank aplicó medidas de flexibilización a más de 53,567 operaciones de crédito por más de $1,096 millones que abarcan clientes de la banca personal y corporativa.

Insiste Rovira que los clientes que sigan con dificultades deben contactar a los bancos para poder analizar su caso.

Al inicio de la crisis los clientes de Scotiabank se beneficiaron de una prórroga de cuatro meses para el caso de las tarjetas de crédito, y de tres meses para el resto de productos, y después se aprobaron otras medidas.

En banca de consumo el principal portafolio de Scotiabank es el de préstamos hipotecarios, seguido de tarjetas de crédito y en el caso de la banca comercial se consideran líderes en clientes corporativos.

Scotiabank registra al mes de octubre depósitos por $3,436.8 millones; activos por $3,693.9 millones y un patrimonio por $81.5 millones.

“Con la pandemia el otorgamiento de nuevos créditos ha disminuido porque hay más clientes en prórroga. La recomendación es que en el momento en que la situación mejore los clientes deben contactar a los bancos para llegar a acuerdos que les permita retomar los pagos y que puedan volver a ser sujeto de crédito”.

Mientras que en los meses de pandemia se incrementó el volumen de depósitos, debido a que las personas han priorizado el ahorro y también han bajado el consumo.

Rovira considera que los próximos meses serán clave para la gestión de esas finanzas y que ante la cantidad de créditos en alivio financiero, los bancos tendrán el desafío de trabajar en un abanico de soluciones y no en una sola propuesta.

“Algunas soluciones pueden implicar la extensión de los plazos. Por ejemplo, si alguien tenía una hipoteca a 15 años se puede extender 5 o 10 años más, para que la cuota se vea reducida y pague una letra menor a la que tenía originalmente”.

Las nuevas opciones tendrán una mezcla entre la extensión del plazo, la reducción de tasa y por ende de la cuota, entre otros, menciona Rovira. Una tarea que la banca debe elaborar en la marcha con el cliente.

“Debido a la pandemia hay una necesidad fuerte del consumidor por tener más ahorros, cuidar su salud financiera y empresarial”, resalta la gerente general de Scotiabank en Panamá, al considerar que esta tendencia será crucial para entender cómo deben diseñarse los productos bancarios y que la banca siga el ritmo del usuario.