Inversión público privada, un salvavidas para el turismo

Inversión público privada, un salvavidas para el turismo




El BID Invest busca proyectos para financiar junto al Gobierno la recuperación del sector turístico panameño. Rogerio Basso, jefe del área en el banco describe las oportunidades que tiene la industria.


La industria turística es una de las actividades más golpeadas por la pandemia a nivel mundial. La Organización Mundial del Turismo calcula que el sector retrocedió a los niveles de hace 30 años y acumulará pérdidas que pueden alcanzar los 2 millones de millones de dólares en el producto interno bruto global.

“La recuperación será lenta y gradual por actividades, y la magnitud de la crisis es de tal envergadura que se requieren inversiones públicas porque el sector privado no lo puede hacer solo”, explicó Rogerio Basso, jefe del área de turismo del BID Invest, la división de inversión para el sector privado del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), enfocada en apoyar y buscar soluciones y proyectos para financiar.

Basso, junto al equipo del BID Invest, analiza las oportunidades que tiene el sector turístico en América Latina y el Caribe y específicamente pone su mirada en Panamá para estimular la recuperación del sector y que se levante de la fuerte crisis por la pandemia.

El objetivo es que se pueda aprovechar el financiamiento para obras de infraestructura hotelera, mejoramiento de servicios, y otros proyectos que sean sostenibles.

“Estamos viendo en la región una gran falta de liquidez económica en el sector del turismo y una necesidad no solo del apoyo de instituciones financieras y bancos, sino también por parte del sector público para apoyar las áreas más afectadas”, apunta Basso.

Precisa que pese a la fuerte caída de la actividad en la que muchas empresas como operadores turísticos, hoteles independientes y otros han estado paralizados, hay un factor de resiliencia que indica que con el apoyo adecuado y en el momento oportuno pueden retomar el camino hacia la recuperación en el mediano plazo.

“En América Latina los hoteles independientes representan cerca del 70% de la infraestructura existente, se trata de establecimientos que no están afiliados a cadenas internacionales y que están más vulnerables en situación de crisis. La pandemia ha golpeado mucho a este sector. Pero dentro de este segmento hay algunos conceptos que se enfocan en el turismo sostenible que tienen más oportunidades de recuperarse rápidamente”.

Basso menciona el caso de Selina, el grupo hotelero de economía colaborativa que nació en Pedasí en Panamá y se expande por todo el mundo con más de 80 establecimientos.

En este caso el BID Invest proporcionó en diciembre de 2020 a Selina $50 millones que incluye fondos movilizados de Blue like an Orange Sustainable Capital, que permitirá a estos hoteles mejorar su liquidez durante la pandemia Covid-19 para que se mantenga el crecimiento y expansión de la empresa en América Latina y el Caribe bajo un modelo de turismo sostenible.


Inversión público privada, un salvavidas para el turismo

Inversión público privada, un salvavidas para el turismo

El jefe del área de turismo del BID Invest menciona que en la medida que los mercados recuperen la confianza con la aplicación progresiva de las vacunas y las medidas de bioseguridad que tendrán que mantenerse por más tiempo, el turismo doméstico o local será uno de los primeros en retomar la ruta de crecimiento.

Menciona también que hay iniciativas interesantes en la región para que se active la industria del turismo de convenciones y reuniones con grupos menores de 50 personas y con los protocolos necesarios. Con modelos híbridos presenciales y virtuales.

“La cartera del BID Invest es bastante amplía y busca apoyar de forma efectiva tanto en esta nueva coyuntura como en cualquier condición”, refiere Basso al resaltar que en el caso

de Panamá hasta noviembre de 2020 la cartera total de proyectos era de $508 millones.

Uno de los proyectos que apoyan en Panamá es el financiamiento del desarrollo, construcción y operación del Hotel La Compañía, en el patrimonio histórico en el Casco Viejo, con un préstamo por $10.2 millones, y esperan que este hotel comience a operar en el 2022.

Igualmente se otorgó un préstamo por $37.2 millones a West Resort S.A. para la construcción y gestión de un proyecto de turismo sostenible en el archipiélago de Bocas del Toro, en Panamá.

Rogerio Basso precisa que uno de cada cuatro nuevos trabajos en el mundo lo generaba el turismo. De allí la importancia de impulsar su pronta recuperación para activar toda una cadena económica que genera beneficios para las comunidades.

“El contacto con el sector privado panameño es robusto y es potente y confiamos en la recuperación gradual del turismo en Panamá para complementar a la banca local siempre que sea necesario”.

Rogerio Basso admite que aunque se tardará entre dos y tres años en volver a las cifras que tenía el turismo en 2019, el potencial que tiene la actividad para recuperarse en poco tiempo es enorme y confía en que la industria con aportes público privados podrá levantarse de las cenizas que está dejando la crisis por la pandemia.

Katiuska Hernández

Reportera economía y Martes Financiero. Equipo multimedia.
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