Ser la excepción en la región tiene un costo. Uno de ellos es trabajar en reafirmar las fortalezas de Panamá como país para garantizar un crecimiento económico sostenido. No descuidar las bondades que ofrece como imán para las inversiones, pero a su vez blindarse contra los vaivenes que azotan constantemente la región. Y sobre todo, mejorar los indicadores internos de desigualdad social, calidad de la educación, capacitación del talento humano y otras tareas pendientes a raíz del reordenamiento de las finanzas públicas y el saneamiento o la reestructuración de la seguridad social.
En la parte externa, no contagiarse con los problemas es una tarea difícil con un mundo cada vez más globalizado, en el que los riesgos son compartidos. De ahí que muchos dicen que si a China o a Estados Unidos les da fiebre, al resto de los países, y sobre todo de este lado del planeta, pueden padecer pulmonía. Más cuando se tiene en cuenta la tensión entre estos dos gigantes.
Fortalezas de Panamá en una región frágil
Analistas económicos y empresarios panameños fijan la lupa a lo que ocurre en la región y en el mundo y buscan recetas sobre cómo Panamá debe poner sus barbas en remojo para mejorar las áreas más débiles de su aparato productivo y lograr un mayor crecimiento.
Los principales organismos multilaterales coinciden en que la economía local seguirá su senda de crecimiento por encima del 5%. La época en que el producto interno bruto (PIB) crecía a dos dígitos fue algo coyuntural, y ahora los indicadores comienzan a reflejar la realidad de un mercado que depende en gran medida del comercio internacional, el sector financiero, la construcción, el turismo, el comercio interno y la logística, por citar los segmentos de mayor peso.
El Banco Mundial estima que este año la economía panameña terminará de crecer a una tasa de 5%. En 2020 sitúa el ponderado en 5.4%, y en 2021, en 5.2%.
“Panamá debe preocuparse por mejorar sus costos, al igual que la productividad y ser más eficiente porque al tener una moneda fuerte debe hacer otros ajustes. Principalmente desde la empresa privada y los sectores productivos”, expresa el economista Felipe Chapman, para quien es fundamental que el país se haga más competitivo.
La devaluación de las monedas regionales no puede controlarse, precisa el economista, por lo que Panamá debe ajustar sus tarifas de servicios internos. Por ejemplo, en el caso del turismo para seguir atrayendo visitantes, de otra manera seguirá perdiendo competitividad frente a otros mercados.
Fortalezas de Panamá en una región frágil
Por otro lado, señala que desde el punto de vista geopolítico, el potencial conflicto entre Estados Unidos y China debe ser visto con cautela, porque puede impactar el movimiento de carga del Canal de Panamá, que hasta ahora pasa sin afectación evidente.
“Efectivamente aún esta situación entre estos dos países no ha tenido un impacto negativo en los puertos de América Latina ni de Panamá como tal, pero esto no quiere decir que se descuide el tema”, añade Carlos Urriola, presidente de SSA International y experto logístico y portuario.
Los agentes del sector logístico siguen muy de cerca temas como la devaluación de las monedas regionales, el precio del petróleo y el impacto comercial regional para anticipar qué sucederá con el movimiento de carga en los puertos panameños, además del flujo del transbordo, las exportaciones y las importaciones. “Aunque todavía no ha llegado un torbellino a la región, es importante estar preparados, porque muchas veces el efecto llega tarde, pero pega más duro”, apuntó Urriola.
Agrega que el movimiento comercial de la región ha buscado mercados alternativos para la colocación de productos, lo que contribuye a que las expectativas sigan siendo favorables.
En términos generales, el Banco Mundial enumeró los riesgos que tiene la región y que podrían afectar su desempeño económico. Estableció cinco capítulos, el primero de ellos, una nueva escalada de restricciones comerciales entre las principales economías. Lo cual podría incidir en las exportaciones y la inversión. Resaltó que la desaceleración económica de Estados Unidos podría ser más marcada de lo esperado, y que una desaceleración más profunda que lo anticipado en China, el mayor destino de importaciones para Brasil, Chile, Perú y Uruguay, podría representar un riesgo.
Fortalezas de Panamá en una región frágil
El organismo señaló cómo los niveles de deuda pública han aumentado a un ritmo constante en gran parte de la región, lo que supone un riesgo si los costos de endeudamiento aumentan de forma repentina. Las calificaciones de la deuda soberana de Argentina, Costa Rica y Nicaragua han bajado desde fines de 2018.
Enunció el empeoramiento de la crisis en Venezuela, que sin duda tendrá impactos fiscales y sociales cada vez mayores en la región. Y se refirió a las perturbaciones debidas al cambio climático y los desastres naturales, pues constituyen fuentes persistentes de riesgo para las perspectivas regionales.
Estos indicadores pueden en menor o gran medida afectar a Panamá, dependiendo de cada escenario y vulnerabilidad del sector.
Aumentar el valor de la ruta
Fortalezas de Panamá en una región frágil
A la par con el escenario internacional, Felipe Chapman profundiza en que otro tema en el que Panamá debe trabajar internamente es el fortalecimiento del valor agregado a la ruta de la vía interoceánica, para ofrecer servicios que otros operadores logísticos de la región están brindando y que pueden restarle mercado al país. “Panamá no está aprovechando al máximo su posición geográfica y la expansión del Canal, que es un medio para promover el desarrollo. En ausencia de más y mejores inversiones en el área, otros países vecinos lo están haciendo”.
Desde el punto de vista financiero, la reciente inclusión de Panamá a la lista gris del Grupo de Acción Financiera (GAFI) vuelve a centrar los focos en el trabajo de supervisión de los sujetos no financieros. Esta función debe cumplirse de una manera más rigurosa y cumplir las recomendaciones para no perjudicar a todo un sistema que se ha preparado para adaptarse a los estándares internacionales. “Panamá debe resolver el tema de las listas discriminatorias, que es importante para mantener la competitividad del sistema financiero integrado al mundo”.
¿Qué con la carga?
Fortalezas de Panamá en una región frágil
En el área logística, expertos consideran que es el momento crucial para pasar del dicho al hecho y generar ese valor agregado del que tanto se habla. “El país tiene la imperante obligación de adoptar e integrar tanto a nivel estatal como privado estándares globales para la facilitación del comercio, así como iniciativas de digitalización debidamente estructuradas, fiscalizadas por una secretaría adscrita a la Presidencia de la República que garantice la ejecución de la implementación”, plantea Demóstenes Pérez, expresidente del Consejo Logístico Empresarial.
Esto causará un inmediato impacto positivo en las finanzas públicas, visibilidad y trazabilidad de la cadena de suministros, y pondrá a Panamá en un sitial privilegiado en América Latina y consolidará su posición como hub logístico de talla global.
La oportunidad de Panamá consiste además en diversificar su economía y aprovechar algunos nichos de mercado para exportar a países como China. “Hay productos que ingresan a ese mercado, como lo son la carne y la cobia, y aunque algunas exportaciones han disminuido en el primer semestre, esperamos una recuperación para el segundo semestre donde también se reflejarán las nuevas exportaciones de la minera”, apuntó el presidente de la Asociación Panameña de Exportaciones, Romer Jurado. Agregó que la mayor parte de las exportaciones de cobre tiene como destino el mercado chino.
Fortalezas de Panamá en una región frágil
La frágil situación del entorno internacional y sobre todo en la región impacta de forma negativa las exportaciones hacia socios comerciales como Colombia, y países de Centroamérica, lo que obliga a las empresas panameñas a reinventarse.
“La devaluación de las monedas de Colombia, Brasil y Argentina afecta las exportaciones y reexportaciones por ejemplo desde la Zona Libre de Colón, por eso estratégicamente hay que diversificar la economía, buscar otros mercados y otros nichos de productos para colocar en el exterior. Debemos enfocarnos en Estados Unidos, China, Holanda para frutas tropicales, entre otros productos”, agrega Jurado.
Otra propuesta es la de reforzar la integración regional y comercial, trabajar como un bloque. Julio De La Lastra, presidente del Consejo Nacional de la Empresa Privada, precisa que es el momento de que América Latina configure un gran bloque de integración comercial. “Lamentablemente cada quien anda por su lado. Por ejemplo, en Centroamérica se comenzó muy bien la integración, pero debe hacerse un mayor esfuerzo para trabajar de forma colectiva como región”.
El anuncio de la transformación de la oficina de Promoción de Inversiones (Proinvex) en una instancia adjunta al Ministerio de Relaciones Exteriores, como anunció el presidente de la República, Laurentino Cortizo, es bien visto por empresarios panameños.
“Es importante tener una representación fuerte en las embajadas y consulados internacionales que puedan ayudar a promover mejor a Panamá desde el punto de vista comercial y turístico y que la cancillería se encargue de la promoción de inversiones será muy positivo”, expresó Jorge Juan De La Guardia, presidente de la Cámara de Comercio, Industria y Agricultura de Panamá.
No es momento para que Panamá elija entre Estados Unidos y China. Tampoco para que se aisle de la región. Es tiempo de blindarse, ganar en competitividad, trabajar en las debilidades, reforzar las fortalezas como las de los servicios logísticos y la conectividad, y lograr que el crecimiento económico no solo sea una cifra en ránking internacionales, sino que genere beneficios reales. Internos.
