El Tigre Coreano toma impulso desde Panamá




El equivalente a 30 dólares de la época le bastaron a Lee Byung-chul para crear en 1938, una pequeña compañía de importaciones y exportaciones en Daegu, Corea del Sur.

Su visión emprendedora lo llevó a desarrollar una comercializadora de frutas y alimentos perecederos. Vendía pescado a los mercados de Manchuria y Pekín, en China, pero ese mundo se le quedó pequeño. Buscó oportunidades para invertir en la pujante industria textil de la década de 1950, y más tarde con el boom de la fabricación de electrodomésticos, diversificó el negocio y tomó fuerza económica hasta convertirse en un conglomerado industrial de la electrónica y la tecnología a partir de 1968.

La carrera de larga distancia ha llevado a Samsung a ser una marca que generó en 2017, ganancias operativas por más de 50 mil millones de dólares (53.65 billones de wones).

Teléfonos inteligentes, tabletas, smartwatch, televisores, acondicionadores de aire y otros electrodomésticos, además de servicios tecnológicos y dispositivos como memorias y semi conductores forman parte del portafolio de la gigante coreana que ha escogido a Panamá para dirigir sus operaciones para toda América Latina.

No en vano el istmo fue testigo de la primera exportación de televisores con trasmisión en blanco y negro que realizó Samsung a la región, en 1971.

Seong Hyun Lee, presidente de Samsung Electronics Latin America, describe al mercado panameño como “estratégico” para la marca coreana y la base para impulsar los negocios a toda la región.

A través de Panamá, Samsung entró al resto de América Latina. Los primeros productos que se introdujeron fue la línea de televisores. El hito lo marcó el primer contenedor que exportó Samsung desde Corea, viajó hacia la Zona Libre de Colón.

“Así de importante y significativa es para Samsung esta región. Nuestro éxito es solamente posible porque la empresa es el resultado del trabajo en equipo de todos sus empleados y colaboradores”.

La ubicación geográfica de Panamá lo convierte en un país privilegiado y prácticamente en un centro logístico para toda América, algo que no pasó desapercibido para Samsung a la hora de analizar la instalación de su centro de operaciones.

La compañía fundó su sede en Panamá hace más de 29 años, como Samsung Electronics Latin America (SELA). Como ha sucedido con otras multinacionales, el Canal de Panamá les permitió, desde un inicio, llevar a cabo de forma ágil las operaciones logísticas y con mayor rapidez para estar en los mercados objetivos.

La guerra de la tecnología la gana no solo el que innova, sino el que llega más rápido. De Allí que las bondades multimodales del hub logístico y de transporte panameño son una vía de acceso a consumidores de toda la región.

Lee detalla que desde el istmo se controla el centro de operaciones administrativas de 13 países, que incluyendo a Panamá son: Guatemala, Costa Rica, Ecuador, República Dominicana, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Trinidad y Tobago, Jamaica, Venezuela, Puerto Rico y Bahamas.

“Desde aquí se definen nuestras estrategias comerciales para atender a las necesidades de mercados que comparten algunas similitudes. Además, el país nos ha permitido agrupar a un grupo especializado de colaboradores talentosos, no solo locales sino de diferentes partes de la región, captando así a los mejores para liderar un mercado lleno de grandes retos. Resultado de esto, estamos posicionados como la marca líder en innovación tecnológica en la región. Además Samsung es la número 1 en ventas de celulares móviles, creciendo en el renglón de televisores y aparatos domésticos”.

En la región, la multifacética empresa emplea a más de 15 mil personas y en la sede panameña cuenta con 480 personas, de los cuales 250 colaboradores son del país.

El rápido crecimiento de la marca en el mundo no pasa desapercibido. Cada hora vende 42 mil teléfonos celulares y 4 mil 900 televisores. Una fórmula que para el mercado latinoamericano los ha llevado a ocupar los primeros sitios en esta batalla de los grandes fabricantes tecnológicos.

“El mercado latinoamericano es muy importante para nosotros, estamos creciendo continuamente, por esto contamos con una oficina central, además de 5 oficinas regionales solo en Centroamérica y el Caribe. En América Latina tenemos 3 bases de producción, una oficina de diseño y un centro de innovación y desarrollo”.

En el mundo posee 34% de la participación del mercado de televisores, mientras que en América Latina y el Caribe la cuota es de 38% y sube a 50% en categorías premium, sobre los mil 500 dólares la unidad.

La empresa espera que el mercado regional de televisores crezca este año 6.4%, impulsado por la demanda de televisores ultra alta definición y pantallas grandes. En total, esperan colocar 24 millones de unidades, con expectativas de que las ganancias se incrementen 7.5% para llegar a más de 8.3 mil millones de dólares.

Una de las exigencias del consumidor es la de televisores con pantallas mayores a 55 pulgadas, un segmento que según Samsung crecerá 29%.

Enfoque de innovación

La revolución digital es vista por la empresa coreana como una oportunidad para desarrollar innovaciones como internet de las cosas (IoT) e inteligencia artificial. Para esto menciona que invierte un promedio de $35 millones diarios para desarrollar las tecnologías del futuro.

“Creemos que la innovación abierta impulsará la innovación del futuro a través de colaboración y de asociaciones. Se puede ver nuestra dedicación en nuestra inversión en masa en investigación y desarrollo; en la actualidad andan en torno a los 14 mil millones de dólares al año. Esto nos ha puesto en la vanguardia de la innovación, así como en la exploración de la futura innovación desde la internet de las cosas y las redes móviles 5G, hasta la inteligencia artificial a las tecnologías de conducción autónoma y de automóvil conectado”.

Lee menciona que uno de los objetivos es desarrollar un ecosistema global de IoT y para conseguir ese objetivo trabajan con alianzas con la industria automotriz. La pericia en electrónica de Samsung ayuda a los fabricantes de automóviles a ofrecer experiencias de conducción diferenciadas y más seguras.

Trabajan en la conexión de todos los dispositivos electrónicos del hogar y de uso diario.

Lee ve a la tecnología como un complemento y aliado del desarrollo de la humanidad y no como un sistema que desplazará a las personas. “A pesar de que los descubrimientos tecnológicos son muy importantes, lo que más nos importa es la dimensión humana de esa innovación. Queremos que nuestra tecnología proporcione a las personas experiencias nuevas y alegres, que fortalezcan y les permitan ser más productivos y creativos, que proporcione interactividad y acceso a nuevos contenidos”.

Cita como ejemplo la tecnología aplicada a la salud, en la que proporcionan equipos de asistencia sanitaria y médicos para el diagnóstico.

“En cada país nuestro enfoque no es solamente comercial, sino también social, es decir, usamos nuestra tecnología para mejorar el mundo. A través de nuestro programa de ciudadanía corporativa hemos dirigido recursos para abordar los principales problemas en las áreas de educación, acceso a tecnología y medio ambiente para la transformación de las comunidades donde operamos”.

Lee comanda las operaciones de Samsung en Latinoamérica. La marca valorada en más de 56 mil 249 millones de dólares, se disputa los primeros lugares con otros gigantes de la tecnología.

La reciente apuesta de la compañía surcoreana es el teléfono Galaxy Note9 de la gama premium, presentado hace una semana en Nueva York. Todo indica que en la guerra por el mercado de teléfonos inteligentes, seguirán dando la batalla a sus más cercanos competidores, Apple y Huawei. Mientras que en televisores y electrodomésticos la guerra comercial tiene más jugadores y la tendencia es la conectividad de las cosas, la inteligencia artificial y dispositivos con imágenes más reales, pantallas extragrandes y delgadas.

El futuro está en un pestañeo, y Panamá al igual que recibió la primera exportación de televisores en blanco y negro de Samsung, será testigo de la próxima frontera en la evolución y la innovación tecnológica global.