El camino del turismo

El camino del turismo




Liriola Pitti no se anda con rodeos. En agosto de 2018 asumió las riendas del Fondo de Promoción Turística Internacional de Panamá, institución que recibió el pasado 22 de mayo un aporte inicial de 5 millones de dólares —de un total anual de 20 millones— por parte de la Autoridad de Turismo de Panamá. La gerente general, cheque en mano, revela cuál será el propósito de su gestión: “Pretendemos hacerlo igual de bien o mejor que Costa Rica, para ubicar a nuestro país como el primer destino turístico de la región”.

La relevancia económica del turismo para Costa Rica, según información del diario El Financiero de ese país, se dimensiona con lo siguiente: entre 2012 y 2016 la actividad significó un aporte de 6.3% al producto interno bruto. Es decir 3,590 millones de dólares, de acuerdo con el último año de la medición. El ponderado sube a 8.2% del PIB si se vincula la trascendencia indirecta del sector, o sea 4,670 millones. La industria, conforme a otras fuentes, genera por sí sola más de 150 mil trabajos, y cuando se incorporan los servicios de los diversos proveedores, la cifra aumenta en otras 450 mil plazas hasta equivaler al 26% de todos los empleos de la economía.

En perspectivas económicas panameñas, el sector turístico está llamado a protagonizar un liderazgo. Durante una conversación de periodistas de La Prensa con Jorge De la Guardia, presidente de la Cámara de Comercio, Industrias y Agricultura, el agremiado resaltó la importancia de la actividad dentro del propósito del país de llevar el crecimiento de su producto interno bruto por encima del 5% anual.

El camino del turismo

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En la medida en que lleguen más turistas a nuestro país, se mantienen los empleos en cadenas productivas y de servicios, más allá de llenar solo habitaciones. En este contexto, De la Guardia tomó también como muestra el caso de Costa Rica, donde cada año ingresan 9 millones de visitantes. En Panamá, si acaso, el número de entradas supera los 2 millones. En gran medida, los visitantes del istmo lo hacen por asuntos de negocios. Llegan, se reúnen y se van. Muy poco dejan a cambio.

La reiterativa comparación con Costa Rica, en una de las pocas actividades susceptibles de contraste entre Panamá y el país tico, resulta de su promoción turística “sostenida durante 20 años”, dice Liriola Pitti, como destino verde con atenciones de primera calidad.

De modo que la meta trazada resultará de un proceso verificable en el transcurso del tiempo, con decisiones que significan un cambio de dirección. Una de ellas, enunciada por la gerente del Fondo, radica en dar a conocer el país como un destino diferente a los de índole masivo. “Nuestro destino tiene una calidad más alta, sobre todo en flora y fauna. No nos interesa competir con los lugares masivos [ofrecidos] como un ‘todo incluido”. Destinos de piscina y chancletas, que llaman.

El cambio de paradigma requiere otras medidas enlazadas como un todo y presentado en el exterior como una “experiencia sin baches”. Que el turista valore la cadena de servicios turísticos, de la compra del tiquete a la vista de una playa, y de una tarde de shopping a la caminata por los parques naturales. Que una vez advierta en su búsqueda alternativas para pasar una temporada, se detenga en la página web de Panamá y se visualice narrando su propia historia. Semejante al relato elaborado por el hijo favorito de Saint–Exupéry. Y cuando esto ocurre, es porque un fondo de promoción turística cumple su cometido. Así funciona

El camino del turismo

El camino del turismo

La primera decisión de Liriola Pitti tras su nombramiento en agosto de 2018, de la mano con la junta directiva del Fondo de Promoción Turística Internacional de Panamá, fue presentar una serie de reformas a la norma por la que nació la institución.

—¿O sea que usted entró pisando fuerte? —Sí, a veces hay que hacerlo para poder empezar bien.

Según considera, era necesaria una personería jurídica para el fondo y una administración independiente. Establecer un patrimonio propio. Que pudiera realmente actuar como era el propósito inicial de la ley. Y que fuera responsable de todas sus actuaciones. “Será objeto de una auditoría externa anual. En cuanto a los fondos públicos, estos serán auditados por la Contraloría General de la República”.

Pasaron nueve meses antes del desembolso inicial de $5 millones realizado por la Autoridad de Turismo de Panamá. En ese interregno la institución operó con los aportes del sector privado. Sobre el dinero aportado por la ATP se le preguntó a la titular de la nueva institución: ¿Usted es funcionaria? “No, porque el fondo opera como una organización privada que gestiona en parte fondos públicos y privados. Fondos públicos que son dedicados exclusivamente a la promoción y el mercadeo del país como destino turístico”.

Los dineros que ingresan a la cuenta del fideicomiso del Fondo de Promoción Internacional de Panamá están en el Banco Nacional de Panamá. “Provienen de partidas de publicidad de la Autoridad de Turismo de Panamá, las cuales deben ser por un monto de 20 millones de dólares anuales revisables según se haga necesario”. Es una organización técnica cuya junta directiva se integra de siete representantes clave del sector.

Afinada la armazón legal de la institución con Liriola Pitti al mando, sigue levar anclas y hacer camino. La gerente pondera las virtudes del plan operativo anual. Este se compone de varias fases. “Lo primero es la puesta en marcha de la infraestructura del Fondo de Promoción Turística Internacional y la contratación del personal. Hasta la fecha no se ha contratado a nadie”. En segundo término está la integración de servicios necesarios para hacer funcionar el fondo. Continúa el “core business” o posicionamiento de Panamá en el mercado turístico internacional.

El desarrollo del core business permitirá valorar qué tan maestra es la mano de Pitti. Directora en el periodo 1999–2004 del extinto Instituto Panameño de Turismo —entidad anterior a la Autoridad de Turismo de Panamá—, consultora del Banco Mundial y del Banco Interamericano de Desarrollo, y experta en planeación y mercadeo, la gerente del Fondo desmenuza cómo hará para llevar a nuestro país a competir con Costa Rica en términos turísticos.

Tomará significación la participación en ferias internacionales, para “vincularlas directamente con la oferta del ámbito privado panameño y determinar en [estos encuentros] cuál será el producto que vamos a vender”. Se realizarán caravanas de promoción. Estos son eventos con operadores turísticos especializados de Panamá y con una o varias líneas aéreas, y se licitarán en una semana 4 o 5 países y se tendrán reuniones puntuales con los operadores turísticos internacionales mayoristas, “para enseñarles a vender Panamá”. Caravanas, sintetiza, significan viajes en equipos, en muy corto tiempo.

Se desarrollará una campaña internacional con el objetivo de integrar la marca país a “todo lo relacionado con la promoción turística del istmo en el exterior”. Al respecto, sostiene, la propaganda ha sido una de las limitaciones de Panamá para estar constantemente en otros mercados. Se utilizarán además las nuevas herramientas digitales para llegar a los compradores finales, y para ello se requerirá tanto una adaptación del sitio web de Panamá, como la capacitación de los agentes del sector. “Todos debemos integrarnos como un solo engranaje en esa cadena de actividades, para entregarle una experiencia positiva al que nos visite”.

Consultada sobre cómo puede derribarse el mito de que Panamá es un destino muy caro, en particular para los turistas latinoamericanos, sostiene que debe darse a conocer toda la gama de atractivos turísticos del país. “Ese mito depende de la calidad del producto que se entrega y de la experiencia que se tenga”.

Y preguntada acerca de cómo fomentar otras vías de acceso al país, contesta que el avión es posiblemente la manera más fácil y rápida de llegar a un destino, pero “tal vez no es el [medio] más económico”. Y profundiza: “Ese es un tema a abordar, porque necesitamos asientos de avión a precios competitivos para poder incrementar el número de visitantes a Panamá que la buscan como destino”.

Y por otra parte, añade, debe incorporarse el número de líneas aéreas que llegan al istmo, y en lo posible incorporar vuelos chárter a otros aeropuertos del país, como los ubicados en David, Río Hato y Panamá Pacífico.

Años de experiencia con organismos multilaterales llevan a Liriola Pitti a afirmar que el propósito ulterior del turismo es mejorar el bienestar de las personas encargadas de atender al visitante. Los meseros, las camareras, los responsables del lobby, el botones, todos ellos, para el caso panameños responsables de la proclamación de nuestro país en los mercados de la industria del encuentro. Hombres y mujeres que preferirán quedarse en sus provincias en vez de iniciar un trasegar en la capital. Si esto se evita, dice, mejorará la calidad de vida de los habitantes. Habrá más turistas indecisos entre Costa Rica y Panamá.