El BID exige réditos sociales

El BID exige réditos sociales




La fórmula del Banco Interamericano de Desarrollo en Panamá busca apoyar proyectos para reforzar la competitividad de un país con inclusión social. Verónica Zavala lidera la institución en Panamá y detalla su portafolio de inversión para financiar planes que promuevan el desarrollo y superar asuntos pendientes como la desigualdad y la brecha educativa. Agenda BID.

El análisis económico de Panamá llega a lucir cifras alucinantes. Un ingreso per cápita de $25 mil 712; un vertiginoso desarrollo inmobiliario que decora la bahía de la capital; un Canal por el que fluye 6% del comercio mundial; un sistema monetario estable por la dolarización del istmo; y una economía fuerte con un producto interno bruto envidiable en Centroamérica. Lo anterior sin mencionar los sectores logístico, comercial y financiero.

El BID exige réditos sociales

El BID exige réditos sociales

Sin embargo, la óptica del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) rebasa los indicadores económicos. Con una visión, si se quiere más aguda de la situación, la institución indaga en profundidad en las entrañas del país, su gente, su cultura, la educación y diversos indicadores sociales. Se sale del área metropolitana para ver la vida de las provincias, las comarcas, y entonces comprender sus fortalezas, pero también las carencias y tareas pendientes para insertar con precisión planes y propuestas acordes con estas necesidades. No se trata de financiar y dar asistencia técnica por cualquier motivo.

La institución tiene una de las carteras crediticias más robustas de un organismo multilateral en Panamá. Una cifra de más de 2 mil 700 millones de dólares en préstamos en obras y proyectos y líneas para asistencia técnica. Para este año el presupuesto es de 600 millones de dólares para diferentes proyectos, de los cuales ya se han aprobado 562 millones de dólares. Verónica Zavala, gerente país del BID, lo describe como un compromiso del organismo para ayudar a lograr un balance entre la competitividad económica y la inclusión social en Panamá.

“El país, sin duda, tiene que seguir creciendo y manteniendo esos indicadores, lo cual es un desafío. Pero el otro [reto] es cómo lograr que sea más inclusivo. Que pueda distribuir geográficamente mejor los recursos, que se incluya a la población que no se ha beneficiado de la misma manera de ese crecimiento de los últimos años”. Entonces habla de acceso y calidad en los servicios públicos. De mejorar el sistema educativo y de que se creen más oportunidades de empleo. Que surjan nuevos motores de crecimiento económico que lleven al país a la modernidad. Y que se agregue valor a las áreas competitivas de Panamá.

El BID tiene con Panamá líneas de crédito en casi todas las áreas. Carreteras, movilidad urbana y transporte, energía, medio ambiente, educación, logística… Y busca insertar más programas que creen oportunidades en la llamada “economía naranja”, o la industria de la creatividad, con especial acento en los emprendedores.

El organismo vislumbra cómo la música, el arte, el cine, el turismo, teatro y otras actividades como la tecnología y la creación de softwares, es decir, la industria de las ideas y la innovación, puede dar un aporte importante al producto interno bruto. Esta tendencia internacional se ha probado ya, puede llegar a representar hasta el 10% en los países donde se ha incentivado. Y Zavala se pregunta por qué no impulsarlas también en el istmo.

El BID exige réditos sociales

El BID exige réditos sociales

“Queremos tener con Panamá una cartera de financiamiento bien variada. Entre las cosas que siempre estamos atendiendo con prestamos, está la educación y la salud, pero además incorporar programas dirigidos a mejorar la competitividad y la productividad del país. Tener un balance entre una agenda social y la competitividad económica”. Se trata de la necesidad de ampliar y refrescar los motores de desarrollo sobre los que se basa la economía, muy concentrados hasta ahora en construcción y servicios.

El escáner del BID revela las carencias de algunos sectores económicos panameños. El país, por ejemplo, cuenta con buena cobertura educativa, pero existe la falencia de la deserción escolar, además de la falta de calidad en la educación. “Hay que seguir invirtiendo en esta área. Dotar a la educación de la calidad que merece y que tenga los estándares acordes con el ingreso económico per cápita que exhibe el país. Es como cuando un niño crece, pero no cuenta con las habilidades propias de su tamaño. Así le sucede a Panamá; ha crecido muy rápido y debe apostar a mejorar sus habilidades en educación y capacitar a la mano de obra, por eso aplaudimos la iniciativa de Panamá Bilingüe”.

La gerente del BID profundiza en que el país debe seguir acometiendo programas para lograr la equidad de género, donde se ha logrado liderar en la cantidad de mujeres que terminan carreras universitarias, pero aún hay retos como la brecha salarial o el que ocupen más cargos directivos en las empresas y en el sector público. “Hay que trabajar con el Ministerio del Trabajo y Desarrollo Laboral y otros organismos para que esto se convierta en una agenda país”.

Como la temperatura y la sensación térmica son tan variadas, así mismo Zavala comprende la inquietud en el panameño de a pie de que no se siente de la misma manera ese crecimiento económico que exhiben los informes financieros de los organismos internacionales, y en cambio percibe una desaceleración en sus ingresos y poder adquisitivo.

“Panamá seguirá liderando el crecimiento y esperamos que para 2019 crezca por encima de 5%. Pero lo importante es que sea más inclusivo, que abarque a la población y se abone el camino con más empleo y oportunidades. Que más panameños sientan los beneficios que van llegando al país”.

Zavala está convencida de que se va por buen camino para reducir el índice de pobreza, y asevera que el nivel de bienestar que se siente en Panamá es muy superior al de otros países de Centroamérica. Hace falta un poco comparar con la realidad social y económica de otros vecinos, como los del triángulo norte de Centroamérica, para ver con otra óptica la realidad interna y reconocer los buenos resultados que se tienen.

¿Más megaobras?

La mayor parte de los préstamos vigentes del BID con Panamá se destinan a obras de agua y saneamiento, con 44.13% de participación, seguido de 15.65% en educación; 14.87% en protección social y salud; desarrollo urbano, 8.37%; integración 5.87%; transporte 5.48%; y para competitividad e innovación 2.35%. También hay líneas para programas de capacidad institucional y energía.

El BID exige réditos sociales

El BID exige réditos sociales

La gerente está atenta a los proyectos de infraestructura del futuro. Nuevas líneas del Metro, el cuarto puente sobre el Canal y otras megaobras que puedan presentarse en el futuro, como un cuarto juego de esclusas en estudio. “Apetito por Panamá siempre vamos a tener”, resalta Zavala, tras consultarle si la entidad tiene interés en financiar infraestructuras como el nuevo puente o incluso si se aprueba un tren entre Panamá y David.

“Hay que ver cuál será la agenda del país. Pero siempre queremos tener una cartera bien balanceada en lo que hagamos en infraestructura y en competitividad, apoyo en logística, educación, salud, cultura, energía, saneamiento. Lo importante es que nuestro despliegue en Panamá sea el de contribuir con varios sectores, y para eso tenemos una huella con especialistas en diversas actividades que están listos para contribuir no solo con préstamos, sino también con conocimiento y asesoría”.

El mensaje del BID al acercarse un período electoral para Panamá en 2019 es el del acompañamiento permanente y de diálogo social para dar las mejores experiencias y aportar ideas y conocimientos, sean cuales sean los líderes del futuro. “Lo fundamental es que podamos aportar nuestra experiencia para que Panamá tenga la opción de analizar las oportunidades que tiene como país y ver otras lecciones aprendidas en la región y que no cometa los mismos errores que alguien más cometió. Que saquen provecho de las buenas prácticas”.

Los réditos que le interesan al BID son de índole social. Sus frutos reportan dividendos para todos.