Moodys advierte que se puede afectar el perfil crediticio de Panamá

Moodys advierte sobre el impacto de las protestas y las medidas del gobierno en el manejo del déficit fiscal. Agustín Herrera.




Un nuevo reporte de la calificadora de riesgo Moody’s Investors Service sobre cómo la situación social está afectando los planes de consolidación fiscal de Panamá, advierte que el país puede ver afectado su perfil crediticio y no cumplir con los objetivos de reducir el déficit fiscal en la proporción prevista para este año de 2.7%.

“Las protestas y los riesgos asociados a las presiones sociales son negativas para el perfil crediticio de Panamá ya que cualquier medida fiscal para reducir precios a los consumidores complicará el objetivo de reducir el déficit fiscal por 2.7% durante este año”, indica Moodys.

Señalan que si bien el gobierno se ha propuesta una meta de reducir salarios junto con una política de austeridad, es probable que estas medidas sean insuficientes para compensar el gasto derivado de las concesiones que está haciendo el gobierno. “Subsidiar los precios de las gasolinas y la ampliación temporal de ciertos programas sociales tendrán un impacto fiscal en Panamá”, advierten.

El informe analiza la medida del gobierno panameño de bajar los precios del combustible a $3.25 por galón ($0.86 por litro) durante tres meses en su último esfuerzo por sofocar la presión social y las semanas de protestas lideradas por sindicatos, grupos sociales y movimientos indígenas por el alza de precios.

“Las protestas y riesgo de aumento de presión social son medidas negativas para el perfil de la deuda soberana, porque cualquier medida fiscal para reducir la presión de los precios sobre los consumidores complicará el objetivo de reducir en casi tres puntos porcentuales el déficit del sector público (no financiero) para llevarlo al 4% del PIB este año, desde el 6,7% que se registró en 2021″,

El informe de la banca de inversiones indica que el aumento en el costo de la vida llevó a los manifestantes a las calles a principios de julio, con los precios del combustible subiendo.

Refiere que a pesar de que la congelación del precio del combustible puede traer cierto respiro, las frustraciones de los manifestantes se extienden más allá de los precios del combustible.

Precisa el reporte que el descontento con el gobierno también refleja la presión económica que ha existido, luego de uno de los bloqueos pandémicos más duros en las Américas y más amplio, sumado a la frustración que existe con los políticos en medio de acusaciones de corrupción.

“Comprendiendo el descontento de los manifestantes con los políticos, el gobierno también anunció medidas de austeridad, incluido un 10% reducción de los salarios públicos, pausando los aumentos salariales del sector público y restringiendo los gastos de los políticos. Si bien esta reducción de gastos puede ayudar a compensar el aumento de los subsidios, pueden ser necesarias más concesiones adicionales para sofocar el descontento social y poner fin a las protestas”, indica Moodys.

Advierten que las respuestas del Gobierno tendrán un costo fiscal: es probable que el subsidio de combustible de tres meses anunciado le cueste al gobierno aproximadamente $200 millones (alrededor del 0,3% del PIB). Además de los subsidios al combustible y los bienes básicos, un programa social existente que otorgaba $120 al mes a 345.000 personas, se extenderá hasta fin de año, lo que se suma a los costos no contabilizados anteriormente.

En medio de las protestas y las promesas de nuevas medidas sociales, Moodys indica que es probable que las protestas en curso también impacten el crecimiento y dinamismo de la actividad económica y, por lo tanto, los ingresos fiscales, creando un desafío aún mayor para el gobierno.

“El aumento de los ingresos, con la ayuda de mayores transferencias del Canal de Panamá, ayudará a reducir el déficit, pero dada la dinámica fiscal actual, es menos probable de lo que esperábamos anteriormente de que el gobierno alcance la meta de déficit fiscal del 4% del PIB para este año”.

Indica Moodys que un déficit mayor al previsto, obstaculizará los esfuerzos para reducir la carga de la deuda de Panamá, que fue del 64% del PIB en 2021, por debajo de su máximo al 68% del PIB en 2020.

Katiuska Hernández

Reportera economía y Martes Financiero. Equipo multimedia.
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