Orden en las finanzas, igualdad y austeridad

Orden en las finanzas, igualdad y austeridad




A pocos metros de distancia de las oficinas de los diputados de la Asamblea Nacional, un grupo de jubilados tranca una calle para reclamar que el Ejecutivo firme el aumento acordado por el Parlamento meses atrás. Se trata de una muestra de los tantos acontecimientos que rodean diariamente al poder político, en un país que se dibuja ante el mundo con altos índices de crecimiento económico y enormes rascacielos.

Ana Matilde Gómez, candidata a la presidencia de la República, tiene un calificativo para describir la situación económica panameña: contradicciones.

“Panamá se pinta ante el mundo con unas cifras macroeconómicas que llaman la atención: el mayor crecimiento de la región, con un producto interno per cápita de 15 mil dólares anuales, pero a su vez con un salario mínimo que no pasa de 8 mil dólares anuales. Pero además luce otras contradicciones, es el único en tener un metro en Centroamérica y tiene más rascacielos de más de 200 metros que otros países en la región. Y sin embargo, hay una alta desnutrición, pobreza extrema y mortalidad infantil”, expone Ana Matilde Gómez.

Desde una curul en la Asamblea Nacional, Gómez, la única contrincante femenina para la presidencia, hace fuertes cuestionamientos al actual modelo económico y a su eficacia para reducir la desigualdad social.

“¿Hacia dónde se está yendo toda la riqueza que genera el país, qué es lo que está pasando en Panamá que nuestro modelo económico no ha podido hacer una redistribución de la riqueza de tal manera que dejemos de tener el 20% de la población recibiendo más de 50% de los ingresos, mientras que el otro extremo solo recibe 3% de los ingresos?”.

Otro de los diagnósticos que Ana Matilde hace es el tema de la deuda. A su juicio se ha pretendido “vender” que el país tiene un nivel de deuda “saludable” si se compara con el producto interno bruto, pero dice que ese cálculo es engañoso. “Se ha venido acrecentando la deuda de manera exponencial y este último gobierno la ha incrementado en más de 7 mil millones de dólares. Entonces quien gane las próximas elecciones va a encontrar un país con una deuda que atender y una contabilidad muy creativa que no ha incluido los proyectos llave en mano que son más de 4 mil 500 millones de dólares”, precisa Gómez.

“Si la ley no toma en cuenta que las empresas multinacionales produzcan más que solo oficinas, en las que haya solo cinco panameños y 300 extranjeros por ejemplo, entonces no se produce el intercambio de conocimiento necesario para el despegue del país. Entonces sí creo que el modelo ha funcionado para atraer inversión, pero hay que revisarlo para hacer los ajustes necesarios”.

La candidata lo deja claro desde ya: “No habrá la bonanza económica que hubo en otros gobiernos cuando las finanzas estaban saneadas y había un boom por la construcción de la ampliación del Canal”. Aunque se estima que la explotación de la mina de Donoso agregará valor al crecimiento económico, Gómez cree que serán años austeros.

“Hay que tomar medidas para crear empleo, para fortalecer el sector agrícola que aunque genera mucha mano de obra ganan poco y es un sector que está afectado”.

En la agenda de Ana Matilde en materia económica está la atención a la informalidad que está en 43% y plantea soluciones al alto índice de desempleo juvenil, además del general, y la desocupación femenina. “Hay que presentar un plan de impulso importante para atender a los jóvenes, a las mujeres, al sector agropecuario y crear programas para el primer empleo para darle una oportunidad que se inserten al mercado laboral, y hay que atender todo a la vez”.

Gómez cree que no es momento para protagonismos, sino para rodearse de los mejores, de profesionales altamente capacitados para emprender un plan que dé soluciones a los problemas nacionales.

“Un planteamiento tiene que ver con un programa de incentivo y estímulo que venga del gobierno para contribuir a que se creen nuevos empleos. Que se acompañe al sector privado con algún tipo de incentivo para ese primer empleo adicional al que existe”.

Plantea un programa agresivo de becas para la mujer que quiere emprender y que no cuenta con el apoyo financiero para hacerlo.

A la par de las necesidades laborales, Gómez menciona como medidas concretas crear políticas y medidas concretas para el sector agrícola que incluya la construcción de sistemas de riego, vialidad desde los centros de producción, la construcción de centros de acopio, el establecimiento de los mercados periféricos y la adopción del mecanismo de la compra directa para garantizar la colocación de la cosecha y establecer si es necesario el precio de referencia. “El Gobierno debe dejar de ser el mayor competidor del sector agropecuario, debe ser un facilitador de las políticas agropecuarias”.

Acota que el control de precios en ciertas circunstancias es necesario pero siempre y cuando se tenga un mecanismo de revisión para evitar distorsiones. “Hay que desregular poco a poco algunos productos, porque cuando ocurren fenómenos externos como el alza del precio del combustible todo sube, se contrae el precio en algunos artículos, pero otros suben y no vuelven a bajar porque la regulación afecta los costos de producción de los otros alimentos”.

Gómez habla de aplicar medidas económicas teniendo como pilar fundamental “el respeto a la dignidad del ser humano” para no adoptar medidas abruptas.

“Hay que ser sostenible económicamente, ambientalmente y también respetar la dignidad del ser humano”.

Expresa que el otro eje de desarrollo económico, el comercial con áreas estratégicas como la Zona Libre de Colón (ZLC), requieren un cambio y renovación en su modelo de negocio, aunque reconoce que factores externos como la crisis en Venezuela y la situación de las monedas latinoamericanas como la de Colombia aunado a los aranceles, afecta esa actividad comercial. “La digitalización y la globalización han impactado también a la ZLC y no todos necesitan un intermediario para comprar, hay que hacer una reinvención en consenso con los empresarios para que puedan volver a ser efectivos como modelo y competitivos”.

La candidata expresa que al ser Panamá el principal país receptor de inversión extranjera directa con más de 6 mil millones de dólares, refleja que el modelo de leyes especiales aplicado en el país no ha sido del todo perverso. “Lo que tenemos que analizar es que ese sistema no es sostenible en el largo plazo. “Si la ley no toma en cuenta que las empresas multinacionales produzcan más que solo oficinas en las que haya solo cinco panameños y 300 extranjeros por ejemplo, entonces no se produce el intercambio de conocimiento necesario para el despegue del país. Entonces sí creo que el modelo ha funcionado para atraer inversión, pero hay que revisarlo para hacer los ajustes necesarios”.

Gómez y su equipo creen que no se puede dilatar más la discusión y solución para el tema del sistema de la seguridad social que ha encendido las alarmas con un posible colapso para 2026. “El programa por ejemplo de enfermedad y maternidad se ha puesto en riesgo con ese proyecto de la gran ciudad de la salud y eso habrá que revisarse y tenemos un problema serio en las pensiones”.

Plantea que cuando se hizo el cambio a los dos sistemas, el solidario y el individual, se generó un hueco financiero porque no habrá suficientes recursos. “Al estar en un sistema individual se van a jubilar con casi el 40% del salario y cuidado si no el 30% así que ellos también nos van a generar una solución por lo que se requiere una rápida y oportuna revisión del modelo”.

Ana Matilde aclara que nada que implique la edad de la jubilación o el aumento de cuotas es la respuesta. “Se tiene una fórmula y un modelo que se abordará. Pero no estoy de acuerdo en la burocratización de dividir este monstruo [Caja de Seguro Social] en dos”. Y adelanta que no se puede dilatar más este tema en el país para lograr una solución que se inclina en favorecer el modelo solidario de pensiones.

Gómez insiste en que se debe ir hacia un camino de un gobierno austero. “No estamos hablando de una contracción económica, sino de racionalizar el gasto, quitar toda planilla paralela, todo gasto superfluo y empezar a realizar recortes en gastos que no son necesarios para el buen funcionamiento de la administración pública”.

Ana Matilde menciona que se debe revisar la Ley del Fondo de Ahorro de Panamá para que dé un mayor rendimiento y pueda impactar directamente la economía del panameño.

La diputada y candidata a la presidencia precisa que en un mundo que se inclina hacia la sostenibilidad medioambiental es hora de revisar las acciones del ministerio del área. “El Ministerio del Ambiente necesita de una persona empoderada, que realmente pueda ser la contraparte correspondiente de grandes empresas transnacionales. El criterio no puede ser solamente extractivo y explotador, se debe revisar bien y ser muy cuidadoso con los estudios de impacto ambiental para que realmente se cuide al país”.

Orden en las finanzas, igualdad y austeridad

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Otra de la tareas pendientes es reforzar la descentralización para darle mayor poder a las provincias, por ejemplo en el desarrollo de proyectos de energías alternativas, menciona Ana Matilde.

Desde su perspectiva, también hay que meterle la lupa a los subsidios que no están dando resultados efectivos. “Lo que se debe revisar es si la población que está recibiendo el subsidio está avanzando en su condición. En un país como este, con grandes contradicciones y desigualdades, en el que 6 de cada 10 panameños no terminan la secundaria, no se puede eliminar la beca universal”.

Insiste en los índices que demuestran los problemas de desnutrición y de mala nutrición, pobreza extrema en las comarcas y lugares remotos. “Tenemos a las comarcas con más del 80% de sus habitantes en la pobreza extrema, por eso no podemos decir que no vamos a dar subsidio, pero sí revisar cuáles son los panameños a los que tenemos que focalizar esas ayudas”.

Ana Matilde Gómez apunta a darle mayor presupuesto a la educación, a combatir la desigualdad social y a que el crecimiento económico se distribuya a sectores y población menos favorecida. No pierde de vista el manejo de la deuda pública, de las finanzas del Estado y reitera la necesidad de un gobierno austero en el que se recorten los gastos innecesarios.

La seguridad social, temas migratorios para reordenar el ingreso de quienes vienen realmente a producir y generar bienestar, aunado a un análisis de los beneficios que puede generar las alianzas comerciales con gigantes como China, están en su agenda.