El valor de pensar, interactuar, influir y liderar

El valor de pensar, interactuar, influir y liderar




María Eugenia Fonseca, socia directora de Lee Hecht Harrison en Panamá, resalta la importancia de formar profesionales integrales, con un espíritu y pensamiento crítico y preparados para trabajo en equipo y para solucionar problemas. Habla de las capacidades que requerirán las empresas en el profesional para abordar el futuro del mercado laboral. Y alerta que más de conocimiento académico que es importante, es necesario seguir trabajando en cultivar y desarrollar capacidades blandas.

-¿Bajo qué parámetros las universidades deben actualizar la oferta académica? 

-Lo más importante que deben entender las universidades es que en el mundo futuro del trabajo, no es suficiente tener conocimientos, o habilidades técnicas. Muchas de las habilidades que hoy se enseñan podrán ser remplazadas por la inteligencia artificial o la robótica. Según David Autor, economista del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT en sus siglas en inglés), no van a haber menos trabajos, lo que sucederá es que cambiará el tipo de trabajos que habrá disponibles en el mercado laboral.

La robótica puede remplazar trabajos automatizados, y la inteligencia artificial puede aprender procesos que tienen un patrón que el programa puede “aprender”.

Los trabajos del futuro requerirán otro tipo de habilidades, como la creatividad, el pensamiento crítico, la resolución de problemas, la investigación. En general, a mayor educación, menos posibilidad de que su trabajo sea remplazado por la robótica o la Inteligencia Artificial.

Inclusive, hoy en día, las empresas están haciendo más énfasis en las competencias blandas en sus reclutamientos. Dominar los contenidos académicos es tan solo un requerimiento básico. La diferenciación de una persona buscando empleo está en su capacidad de demostrar competencias como trabajo en equipo, proactividad, resolución de problemas, orientación a resultados.

La capacidad de relacionamiento, de colaborar e influir en otros, la capacidad de construir nuevas realidades, de escuchar y crear ambientes de trabajo serán clave en el mundo que se nos avecina.

-¿Cuáles son las tendencias que están marcando la pauta en el mundo académico y laboral que implican la transformación de la oferta académica?

Las universidades más avanzadas buscan graduar un profesional “redondeado” que no solo tiene almacenados conocimientos, sino que puede desenvolverse con éxito en un mundo interconectado. Para esto proveen oportunidades de intercambios con otras universidades en otros países, aprendizaje de otras lenguas, actividades extracurriculares para practicar liderazgo y trabajo en equipo.

Las universidades deben promover el desarrollo integral de los estudiantes, fomentando la aplicación de los conocimientos a través de proyectos que resuelven problemas reales y que contribuyen al desarrollo del país y de las comunidades. La universidad no es ir a clases, tomar apuntes y memorizar. Debe ser desarrollar la capacidad de pensar críticamente y contribuir a la sociedad.

Están buscando el desarrollo de personas integrales, con bastante flexibilidad y adaptabilidad, que sepan aprender en medio de la incertidumbre y donde no hay caminos trazados, ni fórmulas de éxito. Personas autoinspiradas para gestionar el fracaso y mantenerse aportando.

¿Cómo abordar en la formación universitaria temas como la robótica, la programación de videojuegos, el tema del análisis de big data, tecnología en la nube, inteligencia artificial, impresión 3D y otras y por qué es vital que los profesionales se preparen en estas áreas?

Estas son carreras de futuro, y se necesitan profesionales especializados en estas tecnologías para progresar como país. En cuanto a habilidades podemos hablar de capacidad de análisis, mentalidad abstracta /holística.

–¿Qué buscan las empresas en los nuevos profesionales?

El entorno cambiante de las empresas hace que requieran personas que aprenden rápido, que sean ágiles, que se adapten a los cambios continuos y que propongan ideas y soluciones a los problemas.

Los ambientes de trabajo menos jerárquicos y más complejos requieren de habilidades de colaboración y competencias de comunicación. La competencia requiere que los colaboradores tengan clara orientación al logro de resultados y que sean responsables en el cumplimiento de sus objetivos individuales. Lo líderes deben ser capaces de desarrollar a otros y crear entornos productivos. La comunicación es también una competencia vital en el entorno interconectado de hoy.

¿Hay muchas carreras que aún no existen y se presenta la gran incógnita si están o no las universidades preparando a los estudiantes para los trabajos del futuro donde predominará lo tecnológico qué opina al respecto y cómo abordar esta dinámica?

El futuro será de mucha oportunidad para las profesiones que requieran el uso de la capacidad única del ser humano para crear, pensar, y solucionar problemas. Carreras artísticas y creativas como la literatura y la música no serán remplazadas, se están integrando ya a las metodologías de trabajo en compañías del primer mundo. Tampoco las que requieran trato humano como la medicina, la psicología, la educación. Las que requieran de la investigación y la ciencia tampoco se extinguirán. Pero si se requerirá mucho más que aprender datos e información. Lo importante será la capacidad de pensar, interactuar, influir, liderar. También la capacidad de autopromocionarse y poder hablar de sí mismos y de su contribución y potencial.