Los cuatro desafíos que tiene Panamá para aprovechar el crecimiento, según el BID

Los cuatro desafíos que tiene Panamá para aprovechar el crecimiento, según el BID




El crecimiento económico de Panamá es uno de los más altos de la región, sin embargo, el país tiene varios desafíos para lograr que esos indicadores puedan reflejarse en la mejora de la educación, indicadores sociales, competitividad y la institucionalidad, refiere Carlos Garcimartín, economista del Banco Interamericano de Desarrollo, quien presentó el estudio Panamá: desafíos para consolidar su desarrollo. Garcimartín enumeró los cuatro desafíos que tiene el país:

1. Mejorar la competitividad y la inserción exterior: El crecimiento de Panamá ha estado basado en el protagonismo del sector construcción, que representa 17% del producto interno bruto. “Mantener el dinamismo de la economía panameña requiere un mayor impulso de otros sectores, ganancias de competitividad y una mejor inserción exterior”, refiere.

2. Modernizar las instituciones: La rendición de cuentas, transparencia, burocracia eficiente, adecuada regulación, niveles bajos de corrupción y estabilidad política se consideran imprescindibles para consolidar el desarrollo. De acuerdo con los indicadores de gobernanza del Banco Mundial, Panamá ocupa el puesto 80 en calidad institucional, siendo mejor que el promedio de América Latina, pero se encuentra lejos de los países exitosos. “Ha avanzado en todas las categorías de la calidad institucional, menos en la rendición de cuentas y control de la corrupción”.

3. Mejorar la educación e inserción laboral: El dinamismo económico de Panamá no se ha trasladado a la educación, lo cual repercute en la cohesión social y el mercado laboral. Hay rezagos educativos no tanto en la cobertura como en la calidad de la educación. Las habilidades que tienen los trabajadores y las que requiere el sector productivo no están alineadas.

4. Crecer inclusivamente: Panamá tiene el gran reto de lograr que los beneficios del crecimiento económico se distribuyan de una forma equitativa, como requisito para garantizar el desarrollo sostenido e inclusivo. A pesar de su buen desempeño económico, la desigualdad sigue siendo una de las más altas de América Latina, tanto entre personas como entre territorios. Panamá tiene un índice GINI de 49 y la tasa de pobreza es de 20.7%. “Si bien ha habido mejoras en pobreza y desigualdad, estas han sido menores a los avances económicos logrados. La pobreza en Panamá está ligada a la etnicidad y al nivel educativo”.